Día de la Tierra

29 abril 2010

28 de abril de 2010

Fuente: Once Noticias
Por Rafael H. Guadarrama

La tierra es un planeta rocoso, geológicamente activo con océanos y suelos continentales firmes.

En 4 mil 500 millones de años, ha sido testigo del surgimiento y evolución de la vida. Los humanos y sus ancestros corresponden a la historia más reciente, de hace apenas 6 millones de años.

La relación con la naturaleza fue clave para aprender a moldear las rocas y el hierro, hasta el desarrollo de artefactos complejos y la organización social.
Es por ello que muchos no reparan en llamar al planeta “nuestra madre tierra”.

Para culturas ancestrales, los animales y las plantas fueron objeto de veneración. Sin embargo, la depredación de los ecosistemas ha bajado de rango a miles de organismos.

El jaguar es un ejemplo. El territorio del gran felino de América abarcaba desde Estados Unidos hasta Argentina, fue el protector de los campos y las cosechas de los mayas. Hoy sobrevive en áreas fragmentadas.

“No existen ecosistemas saludables sin grandes depredadores, el jaguar es necesario para la selva maya. Necesitamos que especies así que tienen ese carisma y esa esencia silvestre, sigan perdurando por todos los años de nuestra existencia”, comentó Jaime Rojo, director Ejecutivo de Wild9.

Perder la riqueza biológica mina la identidad de los pueblos. México, uno de los más biodiversos y por lo tanto repleto de plantas, garantizó a sus habitantes durante siglos no sólo alimento sino también salud.

Surgió un tipo de medicina herbolaria que ahora apenas sobrevive en las grandes ciudades. Los curanderos urbanos, con la pérdida de áreas verdes, tienen más dificultades para encontrar sus remedios naturales.

“La falta de conciencia con el medio, la falta de conciencia ecológica ha provocado la desaparición de muchas plantas medicinales, que luego vamos a buscarlas a la zona donde se producen y ya no hay”, dijo Manuel Zurita, coordinador de Curanderos Urbanos.

Además, ante la industrialización y el avance de la medicina alópata, esta tradición es objeto de descrédito y está en riesgo de desaparecer. Pero las amenazas climáticas serán más intensas en la medida que se incremente la temperatura del planeta.

Por ello, los expertos urgen a cambiar ciertos hábitos para reducir la contaminación que causa el calentamiento global.

Por ejemplo, al sustituir la iluminación del hogar por focos ahorradores baja 50 por ciento el gasto energético y, si además se desconectan los electrodomésticos cuando no se usan, el ahorro se eleva 30% más.

En materia de agua, reparar una gotera puede evitar la pérdida de 30 litros al día; cerrar la llave al lavarse los dientes disminuye 8 litros; sustituir las cajas de los inodoros, un promedio de seis litros por descarga.

Usar menos bolsas de plástico y reciclar el papel son otras alternativas para acortar la llamada huella de carbono.

“Lo más importante es reducir la liberación de CO2, un mexicano per cápita libera 200 veces más CO2 que alguien de Mozambique”, expresó Rafael Barbabosa, físico.

No obstante, el papel más importante lo jugarán los gobiernos del mundo. Urge llegar a un nuevo acuerdo climático que limite el aumento de la temperatura a no más de dos grados a final del siglo.

“En este Día de la Tierra no hay mucho qué festejar, nuestros políticos fallaron y la temperatura va hacia una elevación, estamos recibiendo un cambio climático y esto es un serio peligro para la población y nuestros ecosistemas”, concluyó Patricia Arendar, directora de Greenpeace México.

Los científicos estiman que la Tierra será un lugar propicio para la vida por otros mil 500 millones de años más; sin embargo, ante la depredación creciente, será cada vez más hostil para la raza humana.