Alternativas contra la sequía: cosecha de agua de lluvia
05 mayo 2023Redacción: agua.org.mx/Karina Bautista-Fondo para la Comunicación y la Educación Ambiental, A.C. y Mariana Martín-Estudiante de Sustentabilidad Ambiental de la Universidad Iberoamericana.
Foto: Canva
Cuando se habla de la gestión de los recursos hídricos, muchas veces se hace referencia únicamente a los cuerpos de agua superficiales o al agua subterránea, no obstante, es indispensable pensar en todos los componentes del ciclo hidrológico, lo que involucra a las precipitaciones, es decir, la lluvia. Además, es preciso recordar que, debido al cambio climático, dicho ciclo se ve altamente amenazado en su equilibrio pues se prevén más lluvias torrenciales en algunos lugares y menos lluvias en otras regiones, todo esto genera riadas, inundaciones y sequías.
En gran parte de México, los problemas del abastecimiento de agua se incrementan, situaciones como colonias o poblados sin agua son muy frecuentes en las noticias. Por ejemplo, recientemente la noticia sobre que el Sistema Cutzamala se encuentra en su peor nivel de almacenamiento en los últimos años ha alarmado a gran parte de la Ciudad de México. La presa de almacenamiento de dicho sistema tan solo tiene el 42.1 % de almacenamiento de agua[1] , y la tendencia va a la baja mientras no llueva. Por tal motivo, las autoridades locales han implementado el bombardeo de nubes para que, por medio de reacciones químicas, las nubes generen lluvia, pero ¿por qué usar el agua de lluvia?
Usar agua de lluvia para contrarrestar algunos efectos como la sequía, así como para reducir los riesgos ante los desastres asociados a ella es lo que se conoce como Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN), esto es, aplicar procesos típicos de la naturaleza y que pueden servir para mejorar la disponibilidad del agua[2]. La oportunidad de utilizar al agua de lluvia para México es muy significativa, pues se calcula que el promedio anual de lluvia es de 1511 Km3, si tan solo se aprovechara el 3 % de esta cantidad, se podría proporcionar agua a 13 millones de personas y se podrían regar 18 millones de hectáreas de temporal [3], sin embargo, actualmente, estos millones de litros de agua no se están aprovechando y terminan en el drenaje contaminándose con aguas residuales. Por lo tanto, es indispensable la revalorización de la lluvia, porque la cosecha de agua de lluvia, es una práctica ancestral que ha acompañado a nuestras sociedades en el manejo del agua.
La captura o cosecha de agua lluvia es una practica que se puede realizar a distintas escalas. Cuando ocurre en grandes extensiones de tierra, el agua se “siembra” es decir, se captura para que ésta pueda pasar a un proceso de infiltración en los acuíferos, por lo que su “cosecha” después de cierto tiempo es posible. Esto debido a que la circulación del agua por los acuíferos es muy lenta, por lo tanto, su disponibilidad es constante a lo largo del año asegurando agua potable y para el riego. Algunas de las practicas que se asocian a este tipo de cosecha de agua de lluvia son las amunas, las qochas y los bofedales ubicados en la región de los Andes o bien, las acequias de careo alpujarreñas al sur de España2.
Imagen 1. Amunas Andinas | Foto de: Diego Pérez
Imagen 2. Qochas | Foto de: Agencia Andina de Noticias
Imagen 3. Bofedales | Foto de: Proyecto GIRH/TDPS
Por otro lado, cuando la cosecha de agua de lluvia se realiza a escala doméstica, esta práctica se le se conoce como Sistemas de Captación de Agua de Lluvia (SCALL), el cual a grandes rasgos es un diseño que permite capturar el agua de lluvia, recolectarla y almacenarla para darle un uso especifico de acuerdo a las necesidades y la calidad del agua. Por ejemplo, para el riego de plantas de traspatio, el uso para actividades domésticas como el lavado de ropa, limpieza en general e incluso en algunos casos y con las medidas necesarias, puede emplearse para el consumo humano.
Los SCALL tienen la característica de que pueden instalarse en casi cualquier espacio ya sea urbano o rural, sin embargo, hay ciertos requisitos indispensables a considerar, por ejemplo, y aunque suene muy “obvio” se debe contar con un techo, o bien, el 1) área de captación, la cual debe permanecer limpia y tener unas dimensiones adecuadas a las necesidades.
Además, debe contar con 2) canaletas con las dimensiones necesarias de acuerdo a la cantidad de agua que precipite, así como la intensidad de la misma. En tercer punto, debe contener un 3) filtro de hojas, en cada salida y entrada de agua, con la finalidad de mantener lo más limpia posible el agua. También se necesita un 4) primer separador o sedimentador el cual sirve para que no se permita la entrada de materiales grandes al 5) almacenamiento el cual deberá tener un tamaño adecuado al volumen de agua requerido y se construye del material que más convenga a la comunidad o a la familia, plástico, ferrocemento o geomembrana. Y finalmente el 6) tratamiento de agua, el cual será indispensable en caso de utilizar el agua para el consumo humano, no así para otros usos [4].
Ilustración 4. Esquema tradicional de un SCALL domiciliario | Fuente: Caminos de Agua A.C. (2018)
Es muy importante resaltar algunos de los múltiples beneficios de la cosecha de agua de lluvia que son: abastecimiento a zonas y personas que no tienen acceso a agua “de la llave”; en algunos lugares se previenen las inundaciones; se evita seguir sobreexplotando los acuíferos y en caso de “sembrar” lluvia incluso se recargan; se deja de consumir agua embotellada; se genera una mayor relación de la persona que cosecha el agua de lluvia con el entorno, lo que se traduce en una mayor sensibilización ambiental; entre muchos beneficios más.
Así pues, los SCALL domiciliarios son una alternativa que se puede encontrar al alcance de muchos, tal es el caso del programa “Cosecha de lluvia” que el gobierno de la Ciudad de México ha implementado, el cuas es destinado únicamente a personas de bajos ingresos, quienes son las que se encuentran en mayor riesgo[5]. Para este 2023, si vives en la alcaldía de Milpa Alta, Tlalpan o Tláhuac, acércate a la SEDEMA y pregunta sobre el proceso de ser beneficiario o beneficiaria de este programa.
Te compartimos los datos de contacto:
- Milpa Alta: 55 62 20 82 50
- Tláhuac: 55 61 46 56 16
- Tlalpan: 55 64 38 17 64
Finalmente, si te gustaría construir tu propio SCALL con tus propios medios, existe una gran diversidad de manuales que te guían sobre cómo hacerlo de forma correcta. Aquí te compartimos uno de la A.C. Caminos de Agua, quiénes trabajan con muchas comunidades rurales y centros educativos implementando cosecha de agua de lluvia para consumo humano. No obstante, es muy importante remarcar que, no toda la lluvia es apta para consumo humano, se deben realizar las pruebas de calidad pertinentes para determinar que el agua sea segura.
Ilustración 5. Guía de instalación de un SCALL
Referencias:
[1] Alcaldes de México (26 de abril de 2023). Crisis del agua en Edomex y CDMX. Alcaldes de México
[2] Morán Fernández, H. (2022). Siembra y Cosecha de Agua en Iberoamérica. Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
[3] Anaya Garduño, M. (2008). Objetivos y logros del Centro Internacional de Demostración y Capacitación en Aprovechamiento del agua de Lluvia (CIDECALLI) (No. 13; Boletín Del Archivo Histórico Del Agua).
[4] Bautista. K. (2022). Gestión comunitaria del agua a través de la cosecha de lluvia y capital social de las mujeres. Estudio de caso en la Cuenca Alta del Río Laja. El Colegio de la Frontera Norte.
[5] Secretaria del Medio Ambiente de la Ciudad de México (SEDEMA) (2023). Cosecha de lluvia. SEDEMA