Lo que hay que saber sobre la desalinización

02 junio 2023 Agua

Redacción: agua.org.mx/Karina Bautista-Fondo para la Comunicación y la Educación Ambiental, A.C.

Foto: Canva

Bien sabemos que la Tierra es el gran planeta azul, pues el 70 % de su superficie se encuentra cubierta por agua, por lo cual, es hasta paradójico que, viviendo en un planeta repleto de agua, la escasez de este recurso se encuentre cada vez más presente en muchas regiones del mundo. Esto es porque de toda el agua superficial el 97.5 % de ésta, es agua salada, por lo tanto, no es apta para el consumo humano. Pareciera bastante lógico que separar la sal del agua del mar sea la solución más viable, sin embargo, esto conlleva varias implicaciones, por un lado, se preservan los acuíferos y fuentes de agua superficiales y por el otro, se atenta a la estabilidad de los ecosistemas marítimos.

La desalinización, ocurre por medio de un proceso de destilación térmica o de ósmosis inversa, donde se separa las sales minerales del agua. En la actualidad la desalinización se está aplicando al agua del mar para usar y el agua resultante se usa para el consumo humano o agrícola[1]. Aunque se piense que la desalinización es un invento actual, se cree que ya se realizaba desde el 600 a.C. pues Tales de Mileto, experimentaba con la evaporación del agua de la sal y Aristóteles mencionó que el agua al evaporarse pierde sal. Algunos registros muestran que, en 1851, tripulaciones marítimas, desarrollaron en sus barcos a vapor un sistema que aprovechaba el calor de las calderas y abastecía de agua potable a la tripulación en largas travesías. Este tipo de desalinización térmica fue usada a pequeña escala, hasta que en 1965 se desarrolló la ósmosis inversa, tecnología que actualmente sigue vigente[2].

Bajo este tipo de técnicas existen alrededor de 20,000 plantas desalinizadoras a nivel mundial, siendo Arabia Saudita, Emiratos Árabes e Israel, los países líderes en esta práctica. Estos países del Medio Oriente juntos desalinizan el 47 % del agua desalinizada del mundo[3]. En el caso de Israel, la desalinización se inició en 1969 y actualmente tienen la planta desalinizadora más grande del mundo que logra producir 40 mil millones de galones de agua potable al año, que sirve para abastecer a 8 millones de ciudadanos[4]. Además de ciudadanos locales, la desalinización se emplea mayoritariamente en lugares turísticos, ya que el turismo representa un gran consumo de agua, pues en Europa se tiene registro que un huésped consume 394 litros de agua por noche. Y en ciudades como Ibiza, el agua desalinizada, supera el suministro que ofrece el agua de los acuíferos²^.

No obstante, aunque la desalinización parece una solución inmediata y casi “mágica” ante la escasez del agua, no se puede pensar en su implementación sin antes valorar los impactos negativos que conlleva su producción. Algunos de estos son³:

Alto consumo de energía: tanto para la destilación térmica como para la ósmosis inversa, se requieren grandes cantidades de energía. Por ejemplo, en el caso de la ósmosis inversa, el agua pasa a través de unas membranas que filtran y atrapan la sal, y se necesita mucha presión para que el agua atraviese las membranas, en plantas con alta tecnología se consume 3 kilovatios-hora por metro cúbico (kWh/m3)

Generación de gases de efecto invernadero (GEI): el gran consumo de energía proviene mayoritariamente de fuentes de combustibles fósiles que generan gases como el CO₂ (dióxido de carbono) responsables del calentamiento global.

Residuos salinos tóxicos: este es uno de los impactos más relevantes, ya que si bien, en los dos puntos pasados se puede mitigar el impacto, la generación de salmuera es un tema muy difícil de resolver. Se calcula que, por cada litro de agua dulce se produce un litro y medio de salmuera acompañado de cloro y cobre. Tan solo en 2020 se generaron más de 53.000 millones de metros cúbicos de este residuo arrojado directamente al mar, pudiendo generar zonas muertas por falta de oxígeno y por contaminación.
Alto costo de instalación, operación y mantenimiento²^:actualmente, la gran mayoría de países que realizan desalinización, son de los considerados más ricos y con grandes reservas de petróleo, esto porque se necesita de una gran inversión para la instalación de plantas, por lo que el pago por el derecho del agua es muy elevado. Por lo tanto, en países de bajos ingresos, esta tecnología no se ve desarrollada

“El agua del mar es un recurso que puede considerarse inagotable, pero es evidente que no a cualquier precio” We Are Water

En el caso de México la desalinización aún se ve muy lejana, pues de acuerdo a nuestra ley vigente, el abastecimiento de agua potable corresponde a las entidades municipales, por lo que plantas desalinizadoras son inviables y de alto costo. Es así que el abastecimiento para la población se realiza con otros proyectos hídricos, como más pozos de perforación que incentivan la sobreexplotación de acuíferos, o bien, acueductos[5]

En caso de elegir a la desalinización como una alternativa para la satisfacción de agua potable, se deben platear estrategias que busquen hacer sostenible esta práctica, por ejemplo, usar energías renovables para hacer funcionar las plantas desalinizadoras o bien, innovar en plantas desaladoras que empleen energías renovables o en mejorar las membranas de filtración de la ósmosis inversa haciéndolas más eficientes. Y en el caso de la salmuera se puede plantear la posibilidad de tratar este residuo y que se empleé como sal común, o incluso, la recuperación de metales como lo es el cobre[6].

Por otra parte, pensando en que este año el tema mundial del agua es las alianzas y cooperación por el agua, se puede buscar el asesoramiento de países líderes en ese sector como Israel, que ha compartido su tecnología con más de 100 países. Además, Israel es el país que recicla hasta el 80 % de su agua. También tomando en consideración que el turismo es un gran consumidor de agua, se debe pensar en estrategias para que los huéspedes ahorren y sean conscientes del consumo de agua, por ejemplo, la iniciativa Hagamos un trato “Let´s make a deal” donde complejos turísticos se han comprometido en la sensibilización del agua.

Si quieres saber más sobre la desalinización en un contexto de América Latina y el Caribe, te dejamos un vídeo donde se habla de esta tecnología como una alternativa al acceso al agua.

Link de vídeo