Edward Burtynsky explora con vistas aéreas los efectos nocivos de las industrias sobre el agua
22 noviembre 2013
Fotos de explotaciones intensivas bajo invernaderos de plástico en el sur de España. Foto: Edward Burtynsky
Desde que empezó a hacer fotos profesionalmente hace treinta años, Burtynsky (Ontario, 1955) se ha preocupado por un solo tema: la manera en que la gran industria o las explotaciones intensivas afectan a la naturaleza. Tomó el camino de fotografiar los efectos nocivos sobre el planeta de las minas a cielo abierto, las grandes instalaciones agrícolas o ganaderas o las extracciones de petróleo y gas, dice, porque desea retratar "metáforas sobre el gran dilema de la existencia moderna", que resume en una frase taxativa: "el mundo está sufriendo por nuestro éxito".
"Espejos de agua de nuestro tiempo" La belleza plástica de las fotos, que han tenido un enorme éxito y colocado al artista entre los más destacados de su generación, contrasta con la crudeza de su mensaje, producen "atracción y repulsión, seducción y miedo", según reconoce el propio Burtynsky, para quien las imágenes "funcionan como espejos de agua de nuestro tiempo".
Delta de la desembocadura del río Colorado, en Baja California (México), fotografiado por Edward Burtynsky (© Edward Burtynsky, courtesy of Flowers London)
Empezó a hacer fotos a los 11 años en el cuarto oscuro de sus padres El último proyecto de este fotógrafo, enganchado desde los 11 años al trabajo de revelado y ampliación en el cuarto oscuro que sus padres tenían en la vivienda familiar, está dedicado al agua y los efectos nocivos de la sobreexplotación sobre el elemento.
Campos irrigados circularmente en Arizona (EE UU), una de las fotos de Water, de Edward Burtynsky (© Edward Burtynsky, courtesy of Flowers London)
Water (Agua) se expone en la Flowers Gallery de Londres hasta el 23 de noviembre. La muestra coincide con la publicación de un fotoensayo con el mismo título [Steidl, 228 páginas, 98 euros]. La belleza de lo malo La serie, compuesta por fotos digitales de grandísima resolución —formato que usa Burtynsky desde 2007—, está compuesta por expectaculares imágenes aéreas que nos colocan ante la paradoja moral de considerar la belleza de lo intrínsecamente malo, el ataque al equilibrio ambiental.
Las obras son hermosas pero también, sobre todo, inquietantes. Los sistemas que los seres humanos utilizan para mercantilizar el agua Entrelazando las diversas funciones que el agua desempeña en la vida cotidiana, Burtynsky ha tardado siete años en completar una ambiciosa representación del ciclo de vida cada vez más fragmentado del elemento líquido.
Pozo tradicional de recogida de aguas pluviales en la India (© Edward Burtynsky, courtesy of Flowers London)
Las fotografías, que tienen un carácter abstracto y de calidad pictórica, se centran en los sistemas que los seres humanos han puesto en marcha para mercantilizar el agua, en la misma línea que el artista había seguido en sus proyectos anteriores Petróleo, China y Canteras.
Del Golfo de México a Almería El libro y la exposición muestran derrames de petróleo en el Golfo de México, el mar interior desecado de Salton Sea (California, EE UU), las tierras ganadas al mar en los Paises Bajos, la inmensa presa de las Tres Gargantas en el Río Amarillo (China), las explotaciones de secano en los Monegros de Aragón, los mares de invernaderos de plástico en Almería…
La contradicción entre la dependencia y la preocupación por el planeta La última reflexión del fotógrafo tienen que ver con la forma de vida por la que ha optado la raza humana.
"Nos sentimos atraídos por el deseo y la oportunidad de vivir bien. Nuestra dependencia de la naturaleza para obtener de ella los materiales para nuestro consumo y la preocupación por la salud del planeta nos colocan en una contradicción incómoda".
21 de noviembre de 2013
Fuente: 20minutos.es
Nota de Ánxel Grove
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