El agua como elemento determinante para el desarrollo social
27 julio 2015Ahora bien, de toda el agua que tenemos en el planeta, tan sólo el 2% está disponible para ser utilizada por el hombre, y cada país enfrenta retos distintos en torno al agua debido a sus condiciones hidrológicas y climáticas.
Para nuestro país, en materia de agua, los principales retos están relacionados con el acelerado crecimiento poblacional, la planeación urbana, las diferentes condiciones hidrometeorológicas acentuadas con el cambio climático y la construcción de infraestructura hidráulica en todos los rubros.
De ahí que siendo sensible a esta realidad, el presidente Enrique Peña Nieto encargó a la Conagua la atención del segundo mayor número de compromisos presidenciales de entre las dependencias del Gobierno Federal: agua suficiente, de calidad y con una visión de largo plazo que garantice el cuidado de este preciado bien.
Si bien se estima que actualmente el 92.4% de la población del país tiene acceso regular al agua, la dimensión de la tarea de la cobertura universal queda concentrada en ese 7.6% restante.
Con una clara visión de futuro, desde el inicio de su administración, el presidente Enrique Peña Nieto ha impulsado una serie de reformas que buscan colocar a México en la ruta del cambio que el desarrollo pleno demanda.
Estas reformas, que definitivamente impactan más a los que menos tienen, incluyen un cambio en los alcances de las políticas públicas asociadas a los recursos hídricos, que nos permitan hacer una mejor administración de las aguas nacionales a través de usos más eficientes e integrales.
En función de ello, el Gobierno de la República actúa cotidiana y decididamente para lograr un cambio estructural buscando el beneficio de todos los mexicanos que hoy sufren carencias en los servicios de agua, a través del apoyo para la construcción de infraestructura de agua potable y alcantarillado en los municipios contemplados en la Cruzada Nacional Contra el Hambre.
Conscientes de las limitaciones que enfrentan estos municipios, y que identificamos como de baja cobertura en materia de servicios de agua, en esta administración el Gobierno de la República los apoya hasta con el 100% de la inversión para la realización de las obras requeridas.
De esta forma, se han ejecutado dentro de los programas institucionales de la Conagua mil 330 acciones en este rubro, consistentes en sistemas de agua potable y de alcantarillado, así como sanitarios rurales, en las que se han invertido más de dos mil 300 millones de pesos, transformando así la calidad de vida de aproximadamente un millón de mexicanos.
Es por ello que, en apoyo a las comunidades indígenas, se ha desarrollado un amplio esfuerzo para la construcción de infraestructura que garantice agua potable suficiente y un servicio de alcantarillado de calidad en esas comunidades y que se refleja en la tarea que la Conagua realiza para lograr el abatimiento del rezago en los servicios de agua potable y alcantarillado.
Para ello, se han ejecutado más de 700 acciones y obras de agua potable y saneamiento, con una inversión federal que supera los 560 millones de pesos, en beneficio de aproximadamente 160 mil habitantes de comunidades indígenas, los que por primera vez en su vida tienen acceso a esos servicios básicos dentro de sus hogares.
De igual manera, estamos impulsando la construcción y modernización de la infraestructura hidroagrícola para incrementar la productividad del agua al lograr un uso más eficiente, ahorrando volúmenes que nos permiten incrementar la superficie de riego o que pueden aprovecharse en otros usos.
De esta forma, se han incorporado al riego más de 80 mil nuevas hectáreas, se han realizado trabajos de conservación en distritos de riego en casi 500 mil hectáreas más y se han modernizado casi 510 mil distritos y unidades de riego. Esto, sumado a una redefinición en las políticas de operación de las presas para incluir elementos de prevención a las sequías, no permite garantizar el agua de los próximos ciclos agrícolas, buscando alcanzar la mayor productividad en los distritos de riego de los últimos años.
La conclusión es evidente. El agua es un elemento indisoluble de la plena justicia social. No existe desarrollo social viable y sustentable sin agua suficiente, de la calidad y bajo el principio de su cuidado, con pleno respeto al medio ambiente. No olvidemos que, como nos señaló Jacques Y. Cousteau, el ciclo del agua y el ciclo de la vida son uno mismo.
27 de julio de 2015
Fuente: Excélsior
Nota de Roberto Ramírez de la Parra (Director general de la Conagua)