De todos es sabido que en Yucatán el tema del agua encierra una inquietante paradoja: contamos con enormes reservas, pero nuestros recursos hídricos sufren un dramático problema de contaminación.

“Hoy muchas mujeres yucatecas que beben agua contaminada envenenan a sus bebés con pesticidas a través de la leche materna, los sistemas para sanear el agua son obsoletos y la contaminación del manto freático se agudiza”, recordó Miguel Carbajal Rodríguez, director de la Escuela de Recursos Naturales de la Universidad Marista, al presentar el foro “Siglo XX, agua y saneamiento en Yucatán”.

En el evento se recordó que queda mucho por hacer en la entidad para garantizar el acceso al agua de calidad y se animó a la sociedad y al gobierno a colaborar en este sentido.

Jorge Alfonso López González, maestro de Hidráulica e Hidrología, recordó que todos los días deficiencias en la calidad del agua matan en el mundo a miles de niños debido a enfermedades como la diarrea y el cólera. “Sin duda el mayor reto al que nos enfrentamos en el siglo XXI es el abastecimiento de agua de buena calidad y su saneamiento antes de devolverla a los acuíferos, donde la naturaleza se encarga de continuar el ciclo”.

La cobertura de agua potable y el saneamiento van de la mano. Obtener agua y potabilizarla es una necesidad básica para el sustento de la vida humana, pero sanear las aguas residuales antes de que sean arrojadas a los cuerpos de agua superficiales y subterráneos es clave, dijo.

De acuerdo con el ponente, el estado de saneamiento de las aguas residuales es un indicador del desarrollo en cualquier comunidad y citó estudios internacionales que demuestran que la manera como se eliminan las excretas humanas es determinante en la supervivencia infantil. “El paso de un sistema de saneamiento no mejorado a uno mejorado reduce la mortalidad infantil en una tercera parte”.

Un sistema de saneamiento mejorado es el que higiénicamente impide el contacto de las personas con excretas humanas, explicó. Y en esta categoría se incluyen inodoros o letrinas que vierten a un sistema de alcantarillado y a un posterior tratamiento de las aguas residuales.

Basta un dato para desnudar en toda su magnitud la extensión del problema en Yucatán: “En la cobertura de abastecimiento de agua potable estamos en un fabuloso tercer lugar, con el 98.1 por ciento, solamente debajo de Ciudad de México (99.4%) y Aguascalientes (98.9%)… Pero en saneamiento, aparecemos en el último lugar de todo el país, con sólo el 4.2%. Hay estados, como Nuevo León, que han logrado el 100 por ciento”.

Se ha dicho que el mayor obstáculo para construir un sistema de drenaje y saneamiento de las aguas residuales en Mérida es su alto costo económico. “Pero no hacer nada cuesta mucho más”, advirtió el ingeniero. “De acuerdo con el Banco Mundial, cada dólar invertido en saneamiento supone un retorno de 5.5 dólares por el simple hecho de mantener una población sana y productiva”.

Nueva cultura

Hace 12 años se inició propiamente la cultura de tratamiento y saneamiento de las aguas residuales en Mérida, que son recolectadas por el alcantarillado y llevadas a plantas donde luego de ser tratadas son devueltas al acuífero.

Desde entonces se han rehabilitado los sistemas de tratamiento existentes para adaptarlos a las normas actuales y se han construido otros hasta totalizar 26, todos en la ciudad de Mérida. En el interior del Estado en el mejor de los casos se construyen fosas sépticas.

“Sin embargo, la contaminación sigue imparable. Cuando llueve en Mérida, toda la suciedad de las calles —grasas, aceites, excretas— se va directamente al manto freático”.

Con las plantas rehabilitadas y las construidas, la cobertura actual del saneamiento seguro en Yucatán es del 4.2%, respecto a una población de 2.000,000 de habitantes. Esto es, 95.8% de los yucatecos no tiene un saneamiento seguro.

“Tenemos que reflexionar en esto, pero más que nada ponernos a trabajar. El problema exige una acción coordenada de autoridades, usuarios, académicos, investigadores y sociedad para la toma de decisiones en pro de la conservación de nuestros recursos hídricos. Falta trabajo, no cabe duda. Falta mucho por hacer”. — Mario S. Durám Yabur

Desalinización Dr. Jorge Lechuga Andrade

El doctor Lechuga dio los pormenores sobre una planta piloto para desalinizar el agua.

Innovación

El sistema creado por el investigador yucateco logra tres innovaciones importantes: abarata los consumos de energía, disminuye costos de producción y generar la autolimpieza de las membranas que son la base primordial de la salinización.

Patentes

El sistema para la desalinización de agua por ósmosis inversa centrífuga con generación de vórtices está a punto de recibir las patentes de EE.UU. y México.

Planta piloto

La planta piloto está en sus últimas fases de construcción en la Facultad de Ingeniería Química de la Uady, dijo su creador.