El Agua y la energía

28 marzo 2014

 La propuesta para la declaración del Día Mundial del Agua surgió en junio de 1992 durante la conferencia de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo en Río de Janeiro. Como consecuencia, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la resolución A/RES/47/193, en la que se decretó el 22 de marzo como Día Mundial del Agua, según recomendaciones de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, contenidas en el Capítulo 18 de la Agenda 21.

El objetivo de la celebración de ese día es concienciar a la sociedad de la importancia de este recurso, el agua dulce, y promulgar la gestión y uso sostenible del mismo.

Cada año adopta un lema específico para la celebración de este día, algunos lemas pasados han sido “Cooperación en la esfera del agua”, “El mundo tiene sed porque tenemos hambre”, o “Agua para las ciudades: responder al desafío urbano”. El de este año es “Agua y energía”, puesto que se trata de dos recursos interrelacionados.

El agua es necesaria para la generación y transmisión de la energía de la misma manera que los procesos de extracción, transporte y tratamiento del agua serían imposibles de llevar al cabo sin utilizar energía (un 8% de la energía global se utiliza en estos procesos).

El objetivo de este año es disminuir las diferencias existentes en la población en cuanto a la dificultad que presentan sobre todo zonas marginales para acceder a estos recursos. Con esta finalidad y con motivo de este día se pretende concienciar a sociedad y gobiernos para que hagan un uso eficiente y responsable de agua y energía y se establezcan las políticas necesarias para alcanzar de esta forma una economía verde.

Las Naciones Unidas han lanzado una serie de mensajes en los cuales sustentar campañas y actividades que persigan los fines anteriormente citados:

1. El agua requiere energía y la energía requiere de agua. El agua es necesaria para producir casi todas las formas de energía. La energía es necesaria en todas las etapas de extracción de agua, el tratamiento y la distribución.

2. Los suministros son limitados y la demanda es cada vez mayor. La demanda de agua dulce y energía seguirá aumentando significativamente en las próximas décadas. Este aumento presentará grandes desafíos y los recursos de deformación en casi todas las regiones, especialmente en el desarrollo y las economías emergentes.

3. El ahorro de energía es el ahorro de agua. Ahorrar agua significa un ahorro de energía. Las opciones relativas a la oferta, la distribución, el precio, y el uso de agua y energía y los impactos entre sí.

4. El sector más pobre de la población necesita urgentemente el acceso a los servicios tanto de agua y saneamiento como de electricidad. En el mundo, 1.3 mil millones de personas no tienen acceso a la electricidad, 768 millones carecen de acceso a fuentes mejoradas de agua potable y 2.5 mil millones no tienen servicios de saneamiento. El agua y la energía tienen impactos importantes sobre el alivio de la pobreza. (ONU).

5. Una mejor eficiencia en el uso del agua y la energía es tan imprescindible como son las políticas coordinadas, coherentes y concertadas. Una mejor vinculación entre los sectores de agua y energía mejorará la coordinación en materia de energía y planificación del uso del agua, dando lugar a la reducción de ineficiencias. Quienes diseñan políticas, los planificadores y los profesionales pueden tomar medidas para superar las barreras que existen entre sus respectivos dominios. Se necesitan políticas nacionales innovadoras y pragmáticas que pueden conducir a una mayor eficiencia y una prestación de los servicios de agua y energía efectivas en cuanto a sus costos.

Para el Día Mundial del Agua, compartimos este texto del escritor uruguayo Eduardo Galeano que invita a reflexionar:

“De agua somos; del agua brotó la vida. Los ríos son la sangre que nutre la tierra, y están hechos de agua, las células que no piensan, las lágrimas que nos lloran y la memoria que nos recuerda. La memoria nos cuenta que los desiertos de hoy fueron los bosques de ayer, y que el mundo seco supo ser mundo mojado, en aquellos remotos tiempos en el agua y la tierra eran de nadie y eran de todos. ¿Quién se quedó con el agua? El mono que tenía el garrote. El mono desarmado murió de un garrotazo. Si mal no recuerdo, así comenzaba la película 2001, Odisea del espacio. Algún tiempo después, en el año 2009, una nave espacial descubrió que hay agua en la luna. La noticia apresuró los planes de conquista. Pobre luna”.

Algunas reflexiones del secretario de la ONU:

El agua es esencial para la vida. Sin embargo, es escasa para millones de personas en todo el mundo. Muchos millones de niños mueren a diario por enfermedades transmitidas por el agua. Además, la sequía azota periódicamente algunos de los países más pobres del planeta. El mundo debe dar respuestas mucho mejores. Hemos de aprovechar el agua de una forma más eficiente, especialmente en la agricultura. Hay que liberar a las mujeres y las niñas de la tarea diaria de ir a buscar agua, a menudo muy lejos, y hacerles participar en la adopción de decisiones sobre su ordenación.

Debemos dar una importancia prioritaria al saneamiento, aspecto en el que el progreso va más a la zaga. Hemos de demostrar que los recursos hídricos no deben ser fuente de conflicto, sino un elemento catalizador para la cooperación. Se han producido avances considerables, pero todavía queda una gran labor por hacer.

Por eso, este año comienza el Decenio “El agua, fuente de vida”.- Mérida, Yucatán.


28 de marzo de 2014
Fuente: Diario de Yucatán  
Nota de Jorge Antonio Lechuga Andrade

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