“El Bronco” cancelará definitivamente el acueducto Monterrey VI

17 septiembre 2015

Una de las protestas en contra del acueducto Monterrey VI.
Foto: Agua para todos

De acuerdo con reportes de prensa, al finalizar septiembre concluye el plazo para dar inicio al proyecto, por lo que antes de esa fecha la nueva administración debe hacer los ajustes que darán fin al plan hidráulico, cuyo costo era de aproximadamente 60 mil millones de pesos.

Citado por Bloomberg, Enrique Torres, integrante del equipo de transición del nuevo gobierno, dio a conocer que Rodríguez Calderón no tiene intenciones de continuar con el proyecto, por lo que en cuanto asuma el mandato, el próximo 4 de octubre, revertirá los acuerdos pactados por el actual mandatario, Rodrigo Medina de la Cruz.

La misma agencia precisó que Fernando Elizondo Barragán, quien fungirá como coordinador del gabinete del gobierno electo, ya comenzó con las notificaciones para dar por terminado el proyecto.

“Las empresas han sido informadas de la cancelación. Ya no están haciendo más cabildeo”, apuntó.

En días pasados Rodríguez Calderón informó que el proyecto hidráulico Monterrey VI no sería construido porque representaba una carga presupuestal insostenible para las deterioradas finanzas de la entidad.

Dicho plan incluye la construcción de un ducto de 380 kilómetros de largo que uniría la parte del río Pánuco, de San Luis Potosí, con la presa Cerro Prieto, en Linares, Nuevo León, pasando por los estados de Veracruz y Tamaulipas.

Inicialmente fue presentado con un costo de 12 mil millones de pesos, pero a lo largo de los años la cifra se elevó a más de 60 mil millones porque, según Medina de la Cruz, no se habían contabilizado los gastos de operación.

El mandatario priista dijo que el proyecto era irreversible y que si no se realizaba, en pocos años el estado padecería problemas relacionados con la falta de agua. Incluso, emprendió una campaña mediática para atemorizar a la población sobre los peligros que habría si faltaba Monterrey VI.

A lo largo de los años, el proyecto estuvo marcado por la opacidad, debido a que no se estableció con claridad su costo total, además de que la licitación fue ganada por un grupo de inversionistas cercanos a Grupo Higa, de Juan José Hinojosa, considerado el constructor preferido del presidente Enrique Peña Nieto.