El cambio climático y la propagación de enfermedades
05 septiembre 20115 de septiembre de 2011
Fuente: Diario Ecología
Según datos de la Organización Mundial de la Salud los efectos del cambio climático potencian las enfermedades ligadas a la contaminación del aire, como el asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica, estimándose que 1,8 millones de personas mueren al año en el mundo por la mala calidad del aire.
El cambio climático podría empeorar esos problemas en diversas formas, ya que la variación en los patrones de lluvias y el aumento del nivel del mar significa que algunas áreas se volverán propensas a la sequía mientras otras se verán inundadas. Ambas situaciones tienen nefastas consecuencias para el acceso al agua potable, lo que se traduce en aumento de la probabilidad de propagación de enfermedades transmitidas por el agua como el cólera y la diarrea en sentido general, que matan casi dos millones de niños al año en el mundo.
Las dolencias asociadas al aumento de temperaturas, como golpes de calor, afectarán en mayor proporción los países tropicales y en específico a las personas sometidas a ejercicio físico intenso como los militares y atletas siendo las mayores complicaciones la deshidratación, problemas de la piel y el fallo renal.
Salud, gran perdedora. Aunque poca responsabilidad asume ante la situación, el hombre es culpable de los cambios de un medio ambiente que ha depredado y destruido. Y, como si de una venganza se tratase, las consecuencias de estos daños las sufrirá en carne propia.
Los ojos y el corazón son algunos de los órganos que también pagarán por los daños causados al medio ambiente. La incidencia de enfermedades visuales y cardiovasculares también aumentará si continuamos depredando y destruyendo el medio ambiente. Se han realizado diversos estudios que establecen que existe una relación con el estado del tiempo y la incidencia de depresión, suicidio, migraña, partos prematuros, artritis gotosa, muerte súbita de bebés y enfermedades ligadas a vectores como el dengue, la malaria y leptospirosis.
Prevención. A gran escala se predice que ocurrirán más incendios y debido al calentamiento de las aguas marinas los fenómenos naturales, como maremotos y tsunamis, cada vez serán más frecuentes e intensos.
También se patenta la pérdida de recursos naturales y biodiversidad, como consecuencia de la sociedad consumista a costa del equilibrio de la naturaleza.
La necesidad urgente de prevenir el deterioro del medio ambiente, protegiendo los recursos y la diversidad biológica, promoviendo su uso sostenible, fomentando el derecho ambiental y normas sanitarias destinadas a conservar la naturaleza. Para enfrentar esta situación debemos reforzar los planes, acciones y medidas preventivas que favorezcan el respeto al medio ambiente, como la incorporación de los valores ambientales y de desarrollo sostenible a los valores de competitividad y eficiencia de nuestras personas e instituciones.
La reducción del consumo y uso eficiente de energía; utilización de filtros para minimizar la contaminación y emisión de carbono de las plantas eléctricas y aires acondicionados; uso de materiales biodegradables; control rutinario de plagas y uso de equipos eléctricos de bajo consumo. El cambio de bombillos tradicionales por ahorradores de energía; reducción del ruido y de la contaminación visual; gestión integral de desechos sólidos, instalación de filtros y sistemas ahorradores de agua; transporte en bicicleta, metro o utilizando un solo vehículo, evitando el desperdicio de agua, electricidad y combustible, pasando de un sistema donde predomina el despilfarro personal, a un sistema donde predomine la consciencia y racionalización de los recursos a gran escala.