Adelantó que se habla de una cantidad de recursos sin “precedentes” que contribuirán a crear un “Atlixco sustentable en donde las futuras generaciones puedan habitar sin mayores problemas o preocupaciones del tema”.  

Francisco Velasco, director del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado (Soapama), quien además de informar que al acto asistieron funcionarios de 25 oficinas estatales, e invitados de diferentes partes del país, admitió que la constante demanda de ese servicio, de parte de los usuarios, es una buena oportunidad para intercambiar experiencias y buscar satisfacer esa necesidad.

La ciudad de Atlixco, explicó el funcionario en su ponencia, obtiene el agua que requiere para sus actividades de dos fuentes principales: el abastecimiento de la lluvia y la extracción de mantos. Sin embargo, admitió que el consumo promedio por habitante oscila entre los 342 a 360 litros por día (lpd), cifra que a nivel nacional es de 300 lpd, pero que en los países europeos alcanza los 200 lpd.

Existen diversos factores, contó, que intervienen en la solución de los problemas de abastecimiento, dentro de los cuales destacan “conservar los recursos disponibles y sobre todo cambiar la mentalidad para adoptar una actitud ecológica comprometida con la defensa de nuestras fuentes de aprovechamiento”.

El día que todos usen en el trabajo y en el domicilio dos tipos de agua, asumió Velasco Islas, muchas cosas serán diferentes. “Hablamos de tener líquido potable para beber y cocinar, y agua tratada o reciclada para regar, lavar y usar en el sanitario”.

La falta de pago oportuno, destacó, permitirá “llevar y tratar más agua en las ciudades, sobre todo a las zonas urbanas más pobres. Sin olvidar que ese tipo de retrasos limitan el presupuesto de mantenimiento de la red de distribución. Por eso sufragar a tiempo es otra de las formas de contribuir de inmediato a las soluciones de abastecimiento de agua en Atlixco”.

Rocío García Olmedo, diputada local por el Distrito de Atlixco, expresó en el acto que una de las principales finalidades de los esfuerzos de los organismos operadores debe ser el uso racional del agua. “Y esto pasa necesariamente por revisar o modificar algunas cosas de la ley nacional respectiva”. 

En tanto, a unir esfuerzos para lograr avanzar en materia de dotación de infraestructura hidráulica en el estado, pidió el administrador general de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento de Puebla (Cesapue), Blas Villegas, a los asistentes a la Reunión de Organismos Operadores del estado de Puebla, celebrado en la junta auxiliar de Metepec. 

Reiteró la voluntad de trabajar con todos sin distingos, filias y fobias; y sí en el bien de la población. Explicó que una de las metas es mantener a Puebla por encima de la media nacional en materia de dotación de agua potable que actualmente es del orden del 92.32 por ciento, por arriba de la media nacional en alcantarillado, que en este momento es de 85.75 por ciento, y llegar al promedio del país en materia de saneamiento, que a la fecha es del 35.10 por ciento.

Dio a conocer las obras realizadas en 2007, en coordinación con los organismos operadores y los ayuntamientos, mismas que fueron un total de 36 en 13 municipios, donde se aplicaron recursos por 331 millones 961 mil pesos.

Los trabajos realizados han sido en los municipios de Acatlán de Osorio, Atlixco, Huauchinango, Huejotzingo, Izúcar de Matamoros, Puebla, San Martín Texmelucan, San Pedro Cholula, Tepeaca, Tecamachalco, Tehuacán, Xicotepec de Juárez y Zacatlán.

El titular de la Ceaspue llamó a todos los directores de los organismos operadores de agua potable del estado a mantener el esfuerzo conjunto y buscar formas de hacer llegar las obras hidráulicas a las personas que más lo requieren en los municipios, juntas auxiliares y demás localidades.

Manuel Beristain Gómez, encargado de la oficina en la entidad de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), sostuvo que en Puebla, producto de la puesta en marcha de diversos programas, se invirtieron ya más de mil millones de pesos.

Finalmente, de forma conjunta, los asistentes coincidieron en un diagnóstico: “el reconocimiento de la sobreexplotación de los mantos, de los altos índices contaminantes de las fuentes superficiales y profundas, del consumo desproporcionado, la falta de interés para el pago del servicio y el crecimiento desorganizado de las manchas urbanas sitúa en una disyuntiva a las autoridades en la materia”.

La primera opción, advirtieron, significa mantener tareas oficiales y hábitos comunes que refieran problemas como el desigual acceso, el despilfarro, la sobreexplotación y contaminación del vital líquido.

La segunda alternativa, explicaron, comprende la nada fácil tarea de repensar y transformar cuestiones como el papel y lugar de la intervención gubernamental en la gestión del recurso; el involucramiento de industriales, agricultores, generadores de energía eléctrica y usuarios domésticos, así como de organizaciones civiles y políticas; crear nuevas pautas de aprovechamiento del agua, que incluyan la eficiencia en el consumo, el reciclamiento y el respeto a la capacidad natural de recarga y presiones de acuíferos y de amortiguamiento.