El frío y la sequía mantienen en jaque a la producción ganadera de Villamar

03 enero 2013

Destacó que derivado de estos factores se ha reducido sensiblemente el volumen de producción de leche, a lo que se suma además el incremento gradual de los alimentos balanceados y el precio de compra que se ha mantenido estático desde hace poco más de tres años.

“Se nos suben los costos por los alimentos, pero aparte tenemos que acarrear pipas de agua a los abrevaderos, porque este año no se captó agua y eso nos cuesta más dinero”. Exteriorizó que incluso aquellos ganaderos que mantenían sus hatos en las cercanías de las presas Jaripo y San Antonio sufrieron para garantizar el abasto de agua para sus animales.

“Tampoco había agua y tuvieron que mantener las reses con el pasto de humedad de las presas pero tampoco tuvieron agua”. Aseguró que de no presentarse las lluvias de inicios de año conocidas como cabañuelas, la situación de este sector podría empeorar, ya que estas lluvias permitirían la rápida regeneración de los pastos y daría mayores posibilidades de alimentación a los hatos sin tener que depender de manera exclusiva de los forrajes comerciales.

En tanto, aseguró, se trata de aprovechar los esquilmos resultantes de la temporada de cosecha, sobre todo de maíz y sorgo para brindar una fuente de alimentación para las reses: “Muchos campesinos perdieron en la siembra y algunos ya ni siquiera quisieron invertir en cosechar, y esto es bueno para las vacas porque hay tierras con muchas mazorcas y panojas, entonces esto da más nutrientes a los animales”.

De acuerdo a los resultados del Primer Foro Regional Ganadero Michoacán-Jalisco, el 65 por ciento de los gastos de producción de leche están relacionados de manera directa con el tema de la alimentación.

03 de enero de 2013
Fuente: Cambio de Michoacán
Nota de José Luis Ceja Guerra