El Sistema Cutzamala

20 agosto 2008

Fuente: Once Noticias 
19 de agosto de 2008
Por Carlos Ibarra
 

Sin agua no hay vida y el Valle de México no es la excepción. Actualmente, el Distrito Federal y los municipios conurbados extraen de mantos subterráneos el agua para consumo humano. El volumen no sería suficiente, por lo que desde 1972 se construyó la obra hidráulica más ambiciosa de su tiempo: el Sistema Cutzamala, que abastece de 16 metros cúbicos por segundo a la ciudad más grande del mundo.

“Tiene una longitud de 160 kilómetros más o menos, 160 kilómetros de ductos y 80 kilómetros de canales y una distancia aproximada de 160 kilómetros que tienen que sobrepasar una altura de mil 100 metros y es un sistema que a través de seis grandes plantas de bombeo, que en total tienen una capacidad de 25 mil caballos de fuerza, llevamos a la Ciudad de México una parte fundamental del agua que consumimos”, comentó José Luis Luege Tamargo, director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

El proceso no es sencillo: inicia con la recolección de agua de lluvia en siete presas: Tuxpan y el Bosque, en Michoacán; así como Ixtapan del Oro, Villa Victoria, Valle de Bravo, Chilesdo y Colorines, en el Estado de México, que convergen con la cuenca del Río Cutzamala.

El siguiente paso es el traslado de lo que se conoce como "Agua cruda" hacia la parte más importante del proceso, que es su potabilización.

“El primer paso viene siendo una cloración, para lo que es la desinfección del agua. El segundo paso viene siendo una aplicación de sulfato de aluminio para la clarificación de esta misma agua, es decir, el sulfato de aluminio nos va a eliminar lo que es la tierra o lodo que traiga esta agua. Tierra, lodo o arcilla”, dijo el ingeniero residente de la planta potabilizadora del Sistema Cutzamala.

El cloro se agrega al agua en estado gaseoso, la floculación, es decir, la separación de lodo y partículas suspendidas se hace en sedimentadores y filtros.

En la parte final del proceso cinco plantas hacen posible el bombeo del agua hacia 20 millones de personas en la Ciudad de México y su zona conurbada, para contar con este vital líquido con sólo abrir una llave. Desafortunadamente, más de una tercera parte del fruto de este esfuerzo se va, literalmente, por el caño.

“Se desperdicia 40% del agua potable, que es gravísimo, y en especial en la Ciudad de México, en el Valle de México, no procesamos ni potabilizamos agua, ni recuperamos, ni hacemos ningún rehuso del agua”, expresó Felipe González, subgerente de comunicación social de la Conagua.

“Por muchos lustros se dejó de dar el tratamiento que requería el sistema Cutzamala a efecto de poder evitar que a través de filtraciones se perdiera parte del fluido que llega a la Ciudad de México”, manifestó Alfonso Suárez del Real, diputado del PRD.

Actualmente, el Cutzamala recibe mantenimiento dos veces al año para evitar desperdicio por fugas. A nivel local, el Distrito Federal ha anunciado la construcción de un acueducto para abastecer a la zona oriente.

“Este acueducto va a llevar 880 mil litros de agua más a Santa Catarina que ya están llevándose y potabilizándose. Yo creo que este es de los proyectos más importantes de agua potable. Que definitivamente nos afecta cualquier cosa que pase en Cutzamala, nos afecta, porque nos llega a esta zona. Creemos que este acueducto nos va a ayudar en buena medida para llevar agua de los pozos de Xochimilco hasta la zona de Iztapalapa”, indicó Jorge Afganis, secretario de obras del Distrito Federal.

Pero el problema más grave, es el desperdicio cotidiano.

“Tenemos que exigir a los gobiernos, sí, es cierto. Tenemos que buscar desde las Cámaras de Diputados que en efecto se cuente con recursos para poder atender esta situación que es metropolitana, porque no sólo es de la ciudad de México. Cierto, pero también tenemos que generar una mayor conciencia de la importancia del agua”, declaró Alfonso Suárez del Real, diputado del PRD.

Además de la recuperación de fugas y la concientización entre los ciudadanos sobre el uso racional del agua, ya se estudian otras alternativas. La más ambiciosa es la reutilización, a través de plantas para el tratamiento de aguas negras.

“Prácticamente construir la infraestructura para tratar alrededor de 40 metros cúbicos por segundo, con lo cual estaríamos construyendo las plantas más grandes de Latinoamérica. Entonces, por lo pronto, ahorita, estamos impulsando como primera etapa, la construcción de la planta de Atotonilco para una capacidad aproximada de 23 metros cúbicos por segundo”, declaró Noe Hernández Cruz, subgerente de Tratamiento de la Conagua.

“Puede haber intercambio de agua. Agua de pozo de Tula y nosotros entregar agua tratada para riego. Todo eso está en negociaciones”, concluyó Luege Tamargo.

El agua tratada no es apta para consumo humano, pero sí para uso agrícola e industrial, lo que permitiría ahorrar agua limpia utilizada en algunos de estos procesos a fin de destinarla para su aprovechamiento en los hogares.

 

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