El venezolano usa seis veces más agua de la que realmente necesita

06 abril 2008

19 de marzo de 2008

DANIEL RICARDO HERNÁNDEZ
EL UNIVERSAL

Este 22 de marzo, Sábado de Gloria, el planeta conmemora el Día Mundial del Agua. Venezuela, como décimo tercer país con mayor cantidad de recursos hídricos dulces, y eso es mucha agua, tiene sobradas razones para celebrarlo. Pero tanta abundancia pareciera no ser valorada: "Lamentablemente la despilfarramos; usamos cinco o seis veces lo que realmente necesitamos", dice el biólogo Diego Díaz Martín, presidente de la Asociación Venezolana para el Agua (Aveagua), miembro de la Asociación Global del Agua.

En la ducha, en el lavado de ropa, de carros, de loza y en tantos otros usos más es que se capitaliza el despilfarro, que lleva a los venezolanos a consumir cerca de 400 litros anuales por habitante, por encima de los 250 litros que consume en promedio cada habitante del planeta.

Pero son muchas más las razones que Venezuela tiene para conmemorar la fecha establecida por la ONU desde 1993: "Hemos crecido en porcentaje de personas que tienen acceso al agua potable, tenemos una ley exclusiva para el tema, de reciente data, y contamos con muchas organizaciones interesadas en apoyar su manejo y conservación" subraya Díaz Martín. Además "nos podemos sentir muy orgullosos de algunos programas y planes de manejo de cuencas, donde hemos dado pasos agigantados y somos referencia para otro países, como lo hemos hecho en la cuenca del río Caroní, con toda la experiencia que tenemos en la producción de hidroelectricidad".

Camino por recorrer

Pero no todo es felicidad: "Aún no hemos avanzado suficiente en saneamiento del agua a escala nacional; no superamos ni 20% del tratamiento de las aguas servidas que generamos; aunque el porcentaje ha ido creciendo en los últimos diez años", explica el líder de Aveagua, quien precisa alguno de los elementos que hacen falta: "Se requiere buen manejo técnico, mayor conciencia de la ciudadanía, mayor cumplimiento de las leyes y una mejor valoración del recurso desde el punto de vista ecológico, social y económico". No obstante el biólogo desestima cualquier posibilidad de escasez local del recurso "porque estamos actuando a tiempo con instrumentos normativos y planes generales de gestión".