GUADALAJARA, JALISCO (29/ENE/2013).- Por primera vez desde que se modificaron los criterios de la altura de la cortina en la Presa El Zapotillo (de 85 a 105 metros), la delegación local de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) abre pauta a una regresión al esquema original, lo que permitiría dar marcha atrás a la inundación de los poblados jaliscienses de Temacapulín, Acasico y Palmarejo. Pero la continuidad del proyecto que permitirá el abasto de agua desde el Río Verde a Los Altos de Jalisco y la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) quedará en manos del próximo Gobierno del Estado, que a partir del 1 de marzo estará en manos de Aristóteles Sandoval.

La nueva estructura del Organismo de Cuenca Lerma-Santiago-Pacífico, encabezada por José Elías Chedid Abraham, detalla que será a partir de que el próximo gobernador asuma funciones cuando se conocerá a detalle el futuro del embalse, cuya construcción “no se ha detenido un solo día”, e incluso “avanza a un mayor ritmo”; ya ronda 55% de su progreso, aseguró el funcionario federal.

“Si el gobernador electo cambia la posición y la presenta oficialmente a la Conagua, pues seremos respetuosos de ésta, porque la Conagua va en apoyo de las necesidades que tiene Jalisco y Guanajuato, para mayor agua potable a sus comunidades”.

Fue enfático al mencionar que la dependencia respetará y apoyará las disposiciones que el Gobierno de Jalisco tenga en mente aplicar, una vez que se concrete la transición gubernamental, declaraciones que atrajeron esperanza para los habitantes de esos poblados, pues “finalmente se ha mostrado disposición de dialogar”.

No obstante, para Guadalupe Espinoza, abogado del Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, aún quedan dudas sobre la postura que asumirá el próximo gobernador. Por ello, los ciudadanos que serían reubicados buscan contacto con Aristóteles Sandoval para dialogar con él y conocer los acuerdos que no afectarán a sus comunidades, “como les prometió”. Aún no hay fecha para la reunión.

ESCENARIOS
Qué pasaría si…

La Presa El Zapotillo tendrá una cortina de 105 metros de altura para poder surtir de agua tanto a Guanajuato como a Los Altos de Jalisco y la Zona Metropolitana de Guadalajara. Operarla implicará inundar los poblados alteños de Temacapulín, Acasico y Palmarejo.

Si el Gobierno de Jalisco decide volver a una presa de sólo 85 metros de altura, esta “presa baja” implicaría perder 400 millones de metros cúbicos, o tres metros cúbicos por segundo, para surtir a ciudades jaliscienses.

La Conagua asegura que hay alternativas para recuperar esos tres metros cúbicos que se perderían, como la Presa de Arcediano, que “técnicamente es factible”, dijo ayer José Elías Chedid Abraham, aunque tiene una complicación financiera enorme, pues costaría alrededor de 15 mil millones de pesos.

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29 de enero de 2013
Fuente: Informador