En el caso de la presa Zapotillo, el INAH, contra la muerte de un pueblo

01 junio 2011

01 de junio de 2011
Fuente: SDP
Nota de Jane de la Selva

Hace rato que los científicos determinaron que la construcción de la presa El Zapotillo en las zonas altas de Jalisco donde yace el encantador pueblo de Temacapulín no era el proyecto adecuado, sugiriendo otras opciones viables.

Ahora, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH, ha dictaminado que el pueblo, que quedaría bajo el agua de la presa dado que la cortina rebasaría por 20 metros el nivel del asentamiento, debe preservarse en un setenta por ciento, por poseer un patrimonio histórico urbano de gran valor que data de hace más de trecientos años, y que en base a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas, es responsabilidad del Estado proteger y conservar. Además, desde el inicio de la planeación de esta obra impulsada por intereses inhumanos violando garantías y derechos, los habitantes oriundos, sus descendientes y avecindados, han exigido se respete la misma voluntad ahora finalmente dictaminada por el INAH, de que su pueblo sea preservado y que el aprovechamiento del río Verde pueda darse en una zona sin afectación humana. La gente no claudicó. Buscaron el apoyo de asociaciones civiles nacionales e internacionales y otras instancias de gobierno que accedieran a defender sus justos reclamos.

La lucha ha sido larga y amarga. Los sobornos para la movilización de las familias, con el afán de extirparlos para colocarlos en otro lado como si fuesen objetos, costumbre repetitiva en el país a través de los siglos, han sido rechazados por la mayoría de la población.

El peso humano en busca de la justicia, fortaleció a la gente para no ser convencida, para no ceder a los intereses y compromisos creados por la corrupción, la codicia, que para los habitantes de este hermoso pueblo mágico serrano significaba la desaparición de la historia y patrimonio de su vida.

Plantón en el sitio de las obras iniciadas, hasta que los acuerdos hechos por la Comisión Nacional del Agua, CNA, para borrar del mapa a Temacapulín en el Municipio de Cañadas de Obregón, Jalisco, se cancelen.

Que no proceda finalmente la obra, y en espera de que se publique oficialmente el dictamen del INAH elaborado por verificable peritaje. La CNA, hasta el momento, desarmada para refutarlo públicamente.

Luego de seguir esta historia de sufrimiento colectivo a causa del abuso de las autoridades y contubernios entre empresas PRIANistas sin consideraciones con el bienestar emocional de las personas, es una noticia gratificante que en una institución pública, aún existan corazones justos y honestos capaces de actuar con ética, con rectitud, sin mirar hacia ningún otro lado, sin titubear ante una posible represalia de la autoridad que imponía la orden contraria. Desde la selva occidental, felicitamos al perito del INAH Cuauhtemoc del Regil por su puntual y veraz colaboración en la solución de este caso a favor de los pobladores de Tecamapulín.

Que si dejan descansar a esta comunidad acosada por el despojo patrimonial autoritario; si se acaba el hostigamiento, la amenaza constante a la que han pretendido ser sometidos por el embate gubernamental, marcará un gran acierto para el INAH. Sería una de las mejores noticias del año y una prueba más, de que la revolución de las conciencias se está propagando a través del territorio nacional, hasta en aquellos ámbitos que habían permanecido contaminados, o quizá habría que decir, que habían sido obligados a sujetarse a órdenes irracionales, tan propias del sistema político autocrático habido hasta hoy.