En fugas se desperdicia el 15% del agua potable

27 junio 2008

 

Javier Arroyo

27 de junio de 2008
El Diario

Aunque la red de tubería de agua potable en la zona Centro tiene ya casi 80 años funcionando, nunca ha sido reemplazada, por lo que los problemas de taponamiento y fugas se concentran más en esta parte de la ciudad, señaló el presidente de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), Ernesto Mendoza Viveros.

En general, la JMAS tiene una  eficiencia física del 85 por ciento, lo que quiere decir que el 15 por ciento de lo extraído, a razón de unos 750 litros por segundo, se pierde en fugas de la red, domiciliarias o de espacios públicos, agregó Mendoza Viveros.

En lo que va del año, de acuerdo a un reporte de la Dirección Técnica del organismo operador del agua, se han reparado 26 fugas en la red general, 245 en tomas domiciliarias, 953 en medidores y 132 en el interior de los domicilios.

En total, mil 356 fugas de distintas magnitudes, aunque la Junta reconoce que además, por las condiciones del suelo arenoso en Juárez, otras son difíciles de detectar porque en lugar de brotar a la superficie, se filtran al subsuelo.

El presidente de la JMAS aseguró que afortunadamente para la ciudad, hay más problemas de taponamientos que de fugas, reportes que se dan con mayor frecuencia en la parte más vieja de la ciudad, que se extiende del primer cuadro hasta la zona de Bellavista y hasta la Avenida de las Américas.

Toda la parte de la primer mancha urbana de la ciudad, encierra un red de unos mil kilómetros de tubería, agregó el funcionario.

El funcionario dijo que las tuberías del Centro histórico son tan viejas que ni siquiera se tiene una memoria técnica de los trabajos que ahí se han desarrollado, por lo que representan el mayor problema.

“El sector más viejo que tenemos registrado es de una parte de la Chaveña, del mero centro, de la Avenida Juárez e inclusive una parte de la colonia Hidalgo”, señaló el titular de la descentralizada estatal.

En general, la red de la ciudad la integran 5 mil kilómetros que distribuyen los 5 mil litros por segundo que en promedio genera una batería de 140 pozos, aunque en el verano operan hasta 162 con una extracción de más de 6 mil litros por segundo.

Ernesto Mendoza Viveros indicó que el problema se complica precisamente en esta temporada de alto consumo, porque se tiene que aumentar la presión a la red.

Dijo que afortunadamente el agua del acuífero explotado tiene bastante manganeso, el cual se fijó a las tuberías por muchos años y las protegió de la corrosión.

“Hace tiempo el manganeso llegó a obstruir las tuberías pero cuando empezamos a utilizar metafosfato, se resolvió ese problema que sin embargo fue favorable para la red”, explicó. “Es un fenómeno muy curioso -agregó- porque ese metal, que ahora estamos limpiando y ya no dejamos que se acumule al oxidarse y hacer reacción con el cloro, protegió a las tuberías y por eso no nos han tronado todavía”, agregó.

En el último reporte de la calificadora Standard and Poor’s sobre la JMAS, destacó que su eficiencia física se colocaba sensiblemente por encima de la media nacional de 58 por ciento reportada por la Comisión Nacional del Agua. “Lo anterior se debe en gran parte a que el promedio de antigüedad no supera los 30 años”, señaló el documento.

Sin embargo, el presidente de la JMAS indicó que las normas marcan una vida de útil para la tuberías de acero que se instalaron entonces, de no más de 25 años “y de que eso está superado, en la mitad de la red, no hay duda”.

Actualmente -señaló- las tuberías de PVC garantizan una vida útil de entre 60 y 100 años.

Ernesto Mendoza Viveros recordó que en general la red del centro data del inicio de los años treintas “pero el último empujón grande que se dio al sistema de tuberías viene del arranque de los setentas”.

“El problema fue que como venían funcionarios federales a hacer los trabajos técnicos y financieros, no dejaban aquí ni los proyectos ni los planos y se perdió toda esa memoria técnica, sobre todo lo que se hizo”, dijo el funcionario.

Agregó que en los años cuarentas hubo un apoyo extraordinario de la federación que permitió incluso hablar de una cobertura de 100 por ciento de la ciudad en agua potable, lo que nunca se ha vuelto a lograr.

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