El sobrecalentamiento de la poca agua que aún queda en las lagunas provoca mortandad de peces. Foto: Armando Chavez

Pobladores de la región de Los Pantanos de Centla destacaron que debido a la sequía que se ha incrementado desde hace un par de meses, aunado a la plaga de peje diablo, la producción pesquera se ha visto mermada en más del 40 por ciento, por lo que pidieron que ojalá y se haga lo necesario para poder contrarrestar esta situación que está provocando que mucha gente esté dejando la pesca en estos lugares para irse a trabajar a otros estados como obreros, jornaleros e incluso hasta tratar de llegar a la Unión Americana.

Uno de los miembros de la Cooperativa Chichicastle número Dos, Miguel Pérez Suárez reveló que son cuatro cooperativas las que existen en la ranchería Chichicastle, las cuales están resintiendo estos problemas, que a pesar de que las lluvias se han retrasado lo cual ha sido benéfico para que sus pastizales y siembras puedan ser aprovechadas, esta temporada de sequía ampliada también está trayendo problemas ya que como no ha habido lluvias, las pequeñas lagunas y arroyos de su comuna se están secando, lo que está ocasionando que no haya pescado.

Otro pescador de la cooperativa Boca de Pantoja, Abel Antonio Pérez, comentó que debido a los calores tan fuertes que se han dejado sentir en la zona de Los Pantanos de Centla, el agua también se está embarbascando lo que ocasiona mortandad de peces.

De ahí que haya poca producción de robalo, pejelagarto, mojarra, carpa y casta rica, que son lo que venden en esta temporada, especies de las cuales hay poca producción ya que diariamente apenas y pescan entre 10 y 15 kilos a diferencia del año pasado en donde en estas fechas lograban capturar hasta 30 y 40 kilos.

Destacó que otro factor que ha provocado una baja en la producción ha sido la proliferación del peje diablo el cual está acabado con las especies nativas de la localidad, además de que también les provoca afectaciones porque cuando tiran sus redes como es lo que más atrapan, para quitar a estos especímenes la mayoría de las veces tienen que romper sus redes porque se atoran en éstas debido al caparazón con que cuentan estos peces, por lo que dijo que la producción ha caído hasta en un 70 por ciento, lo que les está causando pérdidas y el problema de no obtener dinero para mantener a sus familias.

Subrayó que en reiteradas ocasiones han pedido a las autoridades que busquen las estrategias necesarias para poder comercializar al peje diablo, para que así la gente se dedique a pescar esta especie para sacarle alguna utilidad porque actualmente lo que está haciendo es que está acabando a las especies nativas y les perjudica enormemente porque se come las crías de las mojarras y pejelagartos que hay en la zona.

Resaltó que otro de los problemas que están enfrentando es que las aguas como se sobrecalientan está provocando mortandad de peces, a este fenómeno se conoce como eutrificación del agua, que no es otra cosa que la falta de oxígeno en los cuerpos lagunares, lo cual se incrementa con la generación de basura en estos lugares.

Ante todos estos problemas, el denunciante subrayó que muchos de sus vecinos han emigrado a otros estados principalmente a Campeche a tratar de trabajar en las plataformas, de vigilantes o en su defecto tratar de llegar a los Estados Unidos, yéndose en lo que va del año 20 personas.