Ensucian la presa de Valle de Bravo

29 octubre 2012

El Alcalde de Valle de Bravo, Sergio Rodríguez, explicó que, luego de los estudios efectuados por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para detectar las descargas residuales hacia la presa, su Gobierno hizo un censo paralelo y ha detectado, hasta el momento, 300.

Estas aguas negras provienen de casas habitación, hoteles y clubes náuticos, principalmente.

El Edil vallesano dijo que se prevé que este mes concluya el censo y que, a partir de ahí, tomará medidas para corregir esta situación.

A mediados de julio, la Conagua informó que había detectado al menos 60 puntos de descargas de aguas insalubres tanto de rastros, granjas, hoteles y particulares, como del reclusorio estatal que está en el Municipio.

El rastro fue clausurado hasta normalizar esta situación y el penal ya corrigió las descargas sucias, que ya no vierte hacia la presa desde septiembre.

Otros puntos de descarga se detectaron principalmente en las zonas de Avándaro y Colorines.

Rodríguez aseguró que con la infraestructura que se introducirá quedará pendiente un 3 por ciento de la población que carecerá de un drenaje que evite la descarga clandestina hacia el lago.

“Todavía hay algunas descargas clandestinas, esas no las podemos evitar, sin embargo, a través de un censo y de un conteo que se está haciendo ya más o menos se tienen determinadas la cantidad de descargas clandestinas que están directamente o al río Tizates.

“Yo calculo que en uno 20 días se empezará a trabajar en el drenaje del Arco y la zona residencial de Avándaro, tenemos esos dos puntos críticos”, explicó el Edil.

Las aguas de la presa se potabilizan antes de inyectarse al sistema hidráulico Cutzamala, pero el proceso es más caro y complicado pues deben limpiar aguas negras, no sólo grises.

Además, el derrame de agua con materia fecal a la presa provoca el crecimiento de las algas para cuya limpieza se debe cerrar eventualmente la navegación, generando un impacto económico a los prestadores de servicios turísticos, principal actividad económica de Valle de Bravo.

Actualmente, en la demarcación hay una planta tratadora de aguas residuales, cuya infraestructura pertenece a la Conagua y es operada por el Gobierno estatal, con una capacidad de tratamiento de 150 litros por segundo.

“La planta tratadora está funcionando al 100 por ciento, es una planta con gran capacidad y ha venido mucho a aminorar y a ayudar a que no se siga contaminando el vaso de agua”, aseguró Rodríguez.

Reciben embalses aguas negras

Las tres principales presas que abastecen al Sistema Cutzamala en el Estado de México, El Bosque, Villa Victoria y Valle de Bravo, reciben aguas negras.

Antonio Gutiérrez, director de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), explicó que en mayor o menor medida las presas Villa Victoria y Valle de Bravo reciben descargas de aguas negras por falta de drenaje, mientras que en El Bosque la operación de la planta de tratamiento no es la óptima.

“La planta de tratamiento de aguas residuales (de Valle de Bravo) tiene capacidad de 150 litros por segundo y estamos trabajando como máximo 75, quiere decir que mientras nosotros no estemos tratando el mayor volumen de aguas residuales y aprovechando la infraestructura ya construida, seguimos de alguna manera contaminando el embalse.

“Lo mismo se presenta en Colorines, se está presentando el tema en la de El Bosque y en Villa Victoria, en donde no existe infraestructura suficiente de conducción de aguas residuales y en algunos no existe ni siquiera aguas de tratamiento”, detalló.

En el caso de la presa vallesana, Gutiérrez adelantó que el escenario de cierre a la navegación por el crecimiento de microalgas podría repetirse en 2013, pues las acciones para el saneamiento del embalse se han relajado y continúan las descargas irregulares.

Además, el funcionario explicó que los niveles de agua no son los óptimos, por lo que durante la siguiente temporada de estiaje podrían desarrollarse más microalgas.

“Hay que mejorar o continuar con ese tipo de inspecciones, sin aflojar el paso por parte de la Federación, del Estado y del Municipio, o sea como que se relajó el tema, después de que ya salimos de la crisis, se vino más relajado, y aunque esto ahorita no represente un riesgo, si tiene a la presa en un límite.

“Podemos volver a tener un problema severo de contaminación”, advirtió Gutiérrez.

29 de octubre de 2012

Fuente: Reforma

Nota de Sandra García