Esperanza y preparación en México y EUA: la sequía y el fenómeno de El Niño

19 agosto 2015

La nota comienza recordando el impacto de la sequía en California, habla de presas vacías y campos secos. Además, menciona la manera en la que el fortalecimiento del fenómeno de El Niño es visto, por muchos californianos, como una esperanza para mitigar la sequía. Nos recuerda cómo en otros episodios de El Niño se han generado fuertes lluvias invernales en la región; precipitaciones que, si se repiten en este año, podrían mitigar los problemas de agua que afectan a esa región de los Estados Unidos.

El autor, Matthew Nielsen, contrasta el posible efecto positivo de las lluvias con la posibilidad de que ocurran desastres asociados a inundaciones y deslizamientos. Esa preocupación persiste a pesar de que han implementado acciones preventivas como el reforzamiento  de las presas alrededor de la ciudad de Sacramento. Las obras de defensa han mejorado la seguridad, pero, dice, aún no se han puesto a prueba.

Tan sólo, en el evento de 1997-1998, muchas áreas recibieron precipitaciones que superaron, en casi el doble, a la lluvia que cae normalmente en esos lugares. Como consecuencia, un número importante de ríos y lagos se desbordaron inundando amplias zonas.

Además, la temporada de incendios forestales en 2015 ha sido muy activa, casi 3.900 incendios se han reportado, afectando a casi 70.000 hectáreas. Dos de los tres incendios más grandes en la historia de California han ocurrido durante esta gran sequía. Si El Niño de este año trae fuertes lluvias, como en los casos anteriores, esas áreas quemadas podrían ser más susceptibles a deslizamientos de tierra.

El escrito de Nielsen, obliga a pensar en las condiciones de riesgo que hay de este lado de la frontera, en México. La sequía en Baja California (figura 1)para el mes de julio fue considerada como extrema (color rojo)  y de larga duración según el Monitor de Sequía de América del Norte que es elaborado conjuntamente entre Canadá, Estados Unidos y México. Por lo tanto, también para México las lluvias podrían ser de gran beneficio para paliar la sequía .

Elaboración de Luis E. Pérez Ortiz con el Monitor de Sequía de América del Norte 
 

Sin embargo, no podemos olvidar que en los municipios de Tijuana, Rosarito y Ensenada hay un gran número de viviendas construidas en laderas altamente susceptibles a inestabilidad (color naranja), según se puede apreciar en el Atlas Nacional de Riesgos (Ver figura 2). Esta situación urge a fortalecer los procedimientos para evitar que se pierdan vidas si las lluvias invernales generan deslizamientos en esta región del norte del México.

figura 2
Elaboración de Luis E. Pérez Ortiz con el Mapa Nacional de Susceptibilidad de Inestabilidad de Laderas. Atlas Nacional de Riesgos.
 

Las zonas susceptibles de sufrir inundación también son abundantes en la región, particularmente en Mexicali, según podemos apreciar en el Atlas Nacional de Riesgos por Inundación de la Comisión Nacional del Agua (Ver figura 3). Por tanto, las lluvias podrán reducir la sequía en la región pero, dadas las condiciones de exposición y vulnerabilidad, también pueden dejar daños y pérdidas. 

Figura 3

Elaboración de Luis E. Pérez Ortiz con el Índice de Inundabilidad para el periodo de retorno de 50 años. Atlas Nacional de Riesgos por Inundación.

 

Ante la posibilidad de que la sequía siga y se extienda a otras zonas del país, es necesario estar preparados para responder con efectividad para auxiliar a la población urbana y rural. Por otro lado, los incendios forestales pueden salir de control y dañar nuestro patrimonio ambiental y no se puede olvidar que las olas de calor, cuando vienen acompañadas con humedad, pueden afectar principalmente a niños, adultos mayores o personas en condición de calle.

En México hay que repasar los procedimientos de emergencia ante ciclones tropicales, los huracanes podrían ser intensos en las Costas del Pacífico Sur; si se repiten, ésta vez no deben generar daños irreparables. En cuanto a los frentes fríos, esos fenómenos podrían ser más fuertes y afectar con inundaciones la vertiente del Golfo de México, con nevadas en las regiones serranas o propagando enfermedades respiratorias durante el invierno.

Este año, se podrían materializar algunos de los escenarios citados (quisiera que no fuera así); pero tal vez El Niño ponga a prueba la capacidad del Estado Mexicano para cumplir su función protectora. Esto es porque, en caso de ocurrir daños y pérdidas, el desafío sería para todos los órdenes de gobierno y para todos los sectores. Cada servidor público del país, la sociedad civil organizada, las empresas y sus cadenas de suministro, y las comunidades podrían ser urgidos a la acción.

¿Estamos preparados? Pensémoslo.


19 de agosto del 2015

Fuente: Mundiario

Luis Eduardo Pérez Ortiz

Artículos relacionados
Compartir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Acceder a agua es un derecho humano, pero hacerlo de forma clandestina es un delito. ¿Qué pasa con el huachicoleo de agua?  ¿Sabes cómo se maneja ese negocio?   ¿Qué sabes sobre el tema?

¡Pon a prueba tus conocimientos en este tema! ¡Y diviértete!

 Ir a la trivia