“Hay muchas variables que intervienen en el precio del agua de los pozos, como la energía eléctrica, la profundidad del pozo, su área dinámica, la distancia entre el sitio de extracción y el de cultivo, pero podemos estimar que ronda los 25 pesos por metro cúbico.

“Por el contrario, el agua tratada es mucho más económica, ya que, según el proceso de saneamiento y la calidad del líquido, puede costar entre 1.40 y 2.80 pesos, lo que significa un importante ahorro para los agricultores”, explicó Vargas Rojano.

El secretario técnico del Covi mencionó que los agricultores de la región no han expresado ningún tipo de rechazo al líquido residual saneado, debido a que permite disminuir los costos de producción en aproximadamente 88.8 por ciento.

Aunque el Consejo de la Cuenca Lerma-Chapala incentiva y apoya para que los usuarios tengan acceso al líquido saneado, Guillermo Vargas especificó que no es posible emplearlo en cualquier área, ya que el uso de los cuerpos acuíferos donde se deposita el agua tratada y la distancia con las poblaciones determinan su viabilidad.

“Tenemos una tipología para clasificar los receptores de agua tratada. La categoría A corresponde a ríos que no son para uso humano y se encuentran alejados de las comunidades; la categoría B son ríos cercanos a los núcleos poblacionales que tienen alguna utilidad para las personas, y la C es para cuerpos de agua que la gente emplea de forma cotidiana.

“Es por este motivo que se presenta la variación en el costo del agua saneada, porque la proximidad con las poblaciones exige una mayor calidad del líquido que se lleva a los usuarios”, agregó Vargas Rojano.

En la zona de la cuenca existen más de 140 plantas de tratamiento de aguas residuales, las cuales, además de proveer agua para uso agrícola a menor precio, permiten a las industrias aledañas cumplir con la normatividad ambiental, evitar multas y hacerse acreedoras a diferentes estímulos fiscales.

Fuente: Cambio de Michoacán / Fátima Paz

21 de septiembre de 2012