Experto rechaza una guerra por el control del agua en Oriente Medio

09 marzo 2009

Fuente: Los Tiempos

09/03/09

Una guerra por el control del agua en Oriente Medio es inviable, sostiene el experto en geopolítica Habib Ayeb, que apuesta por un consumo racional de los recursos hídricos en esta zona del mundo.

Ayeb, en una entrevista con Efe en Madrid, donde acudió invitado por la Casa Árabe, apostó por un desarrollo racional de los escasos recursos hídricos en el mundo árabe, habitado por 250 millones de personas.

"Desde que en 1985 el entonces ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Butros Ghali, pronunciara la famosa frase de que "la próxima guerra en Oriente Medio sería por el agua, hubo varias contiendas, pero ninguna por el agua", añadió.

A pesar de las disputas que genera el control de los recursos hídricos, Ayeb desestimó el desencadenamiento de una contienda, debido a que "la guerra no es una opción útil".

Para Ayeb, en la cuenca del río Jordán, quien controla el agua, detenta el poder en una región "caliente", donde se eterniza el conflicto palestino-israelí.

"No es posible crear el Estado de Israel o palestino sin acceso a las aguas del Jordán. El Jordán figura en todos los planes y proyectos para la creación de Estado de Israel".

"De hecho -agregó- dentro del mapa de Israel están todas las fuentes del Jordán. Israel vive con las aguas de ese río".

El experto en recursos hídricos se refirió al que denominó "escándalo de las flores" durante la reciente ofensiva israelí a Gaza, un territorio de unos 360 kilómetros cuadrados en el que viven más de 1,5 millones de personas.

"Donde la gente no tiene para beber se cultivan flores para la exportación", apostilló.

Ayeb también citó otros ejemplos de agricultura irrespetuosa con el ecosistema como "los campos de trigo en Arabia Saudí. El trigo más caro del mundo", aseguró.

La geopolítica de la zona tampoco favorece los intercambios hidráulicos. Así pasó -recordó Ayeb-, cuando Egipto se convirtió en el primer estado en firmar la paz con Israel en 1979, y quiso poner en marcha la idea del "canal de la paz", aprovechando el agua del Nilo para conducirla a Israel.

"Sudán y Etiopía frenaron el proyecto, calificaron a Egipto de "traidor" y argumentaron que "ellos tienen prioridad, pues son deficitarios" del preciado liquido.

En cuanto a la cuenca Tigris-Éufrates, Ayeb destacó que "hay mucha agua, pero que está es motivo de disputa. Los turcos quieren controlar sobre todo las fuentes de esos dos ríos. Pero sirios e iraquíes son más débiles que Turquía, por lo que hay una gran desigualdad de fuerzas. "¿Quien se atreve a meterse con Turquía"?, se preguntó.

Además, el agua ha pasado de ser un bien de consumo a convertirse en un negocio pues desde los años 70 "cuenta con un mercado enorme", especialmente en la zona del Golfo Pérsico, donde debido a las riquezas obtenidas del petróleo "la población es rica".

"Esa gente, saudíes, kuwaitíes o emiratíes, han comenzado a consumir mucha agua que no tienen en sus territorios. Se ha generado una gran demanda para el consumo y la importan de cualquier parte".

"Eso, añadió, no ocurre con los palestinos, que no pueden pagarla. Además, están en guerra con Israel".

Ayeb se refirió a la solución de las plantas desaladoras, lo que sólo sería factible para los países del Golfo, "porque tienen dinero" y para Israel, "porque cuenta con el apoyo tecnológico de EEUU y de Europa".

Otra opción serían las canalizaciones, pero el estado actual de las "conflictivas" fronteras lo frenan.

Por último, Ayeb dejó en manos de los Estados la creación de una filosofía del agua, pues "sólo necesitan decir a cada ciudadano la cantidad a la que tiene derecho", porque, "hay agua suficiente para todo el mundo".