Explotación de cantera dejará sin agua varios poblados de Coatepec

04 marzo 2014

Diversas comunidades rechazan la determinación de Felipe Moreno de explotar grava de un terreno de su propiedad, pues el impacto ecológico en la región sería muy grave ¦ Foto Especial
 

En este caso se trata de los vecinos de las comunidades La Jacaranda, Altamirano, Consolapa y Benito Juárez del municipio de Coatepec, que enfrentan la posibilidad de quedarse sin agua debido a que el propietario de una mina de piedra basáltica, ubicada en el predio Las Lajas, contigua al nacimiento proveedor y al paso del río Suchapa, amenaza por enésima ocasión con iniciar su explotación masiva.

De concretarse tal proyecto, de pingües beneficios para el propietario del yacimiento gravero, Felipe Moreno Gómez, y gran pérdida del sustento vital para unos 3 mil usuarios, se estaría acabando con uno de los últimos recursos naturales de la región; inclusive, la parte alta de la cuenca del Suchapa, aporta alrededor de 30 por ciento de la demanda de Xalapa y su destrucción a la altura de la mina, significaría además una gran pérdida de uno de los últimos reductos del bosque mesófilo regional de enorme riqueza en vida animal y vegetal. El posible uso de explosivos también dañaría el cauce del Suchapa.

Mientras que Felipe Moreno asegura contar con los permisos necesarios de las autoridades ambientales –sin exhibirlos públicamente en las reuniones a las que ha convocado a los vecinos con el propósito de convencerlos de las “bondades” que arrojará la explotación de la mina–, el alcalde, Roberto Pérez Moreno, declaró en fechas recientes su rechazo a la apertura de la cantera, la comunidad esta dispuesta a defender a cualquier costo la supervivencia de un recurso cada vez más escaso y difícil de obtener.

 

“Si es necesario nos vamos a Xalapa a protestar”

Por la mañana, como es costumbre cuando se cita a la comunidad para convocarlos a realizar faenas o notificarles algunas novedades, más de 150 vecinos se reunieron a convocatoria del Patronato del Agua. En el modesto techado de reuniones de Consolapa, el único tema por tratar fue un punto de acuerdo con respecto del reciente activismo desatado por Moreno Gómez, en pos de convencer a los vecinos de dos cosas: que en esta oportunidad, la explotación de la mina se dará porque asegura le fueron otorgados los permisos por las instancias federales, que mejor acepten los hechos, aprovechen la oportunidad de beneficiarse con algunos empleos que generará la mina, ya que además mejorará los caminos y los servicios en las colonias.

Tanto Carlos Lozano Vidal como Federico Salazar García, presidente y vocal de control y vigilancia respectivamente, del Patronato del Agua, enfrentaron las preguntas de la gente con respecto al supuesto avance de las gestiones de Felipe Moreno Gómez.

Ambos rechazaron dichas versiones y llamaron a votación para decidir las acciones futuras. El consenso fue la unanimidad y absoluto rechazo a aceptar las “ofertas” además de declararse en guardia permanente para que no vuelva a ocurrir lo mismo que hace seis años, cuando de manera subrepticia el propietario del predio comenzó a desmontar y a realizar tareas de exploración de la mina.

“Tan sólo esa pequeña afectación ya hizo que disminuyera el flujo acuífero que se almacena para surtir de agua. Si se explota la pedrera, ¿de dónde vamos a tomar el agua?”, concluyeron.

 

Casi media tonelada de explosivos mensuales

Pero Felipe Moreno sigue en lo suyo utilizando viejos trámites. En el oficio BOO.00.R1007.2-707 del 30 de agosto del 2005, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) respondió a la solicitud de Moreno Gómez mediante una serie de observaciones en torno a las características geológicas del sitio de la mina. En el documento sostiene que sus características físicas (del sitio donde se encuentra la mina) dan origen a fracturas que permiten la recarga y el flujo de agua y su función hidrogeológica es la de transmitir el agua hacía estratos más profundos.

También da cuenta que a menos de 300 metros se encuentran los manantiales que surten de agua a las colonias Jacaranda, Benito Juárez, Altamirano y Consolapa. En su descripción, la Conagua establece que a unos 80 metros del lugar donde se llevaría a cabo la obtención del material pétreo pasa la línea de conducción del agua a Xalapa. Concluye que el manantial referido “se encuentra en una zona de fracturamiento por donde circula el agua subterránea cuyas características geológicas lo convierten en un área vulnerable o sensible de sufrir un deterioro irreversible”, por lo que le indica realizar estudios más profundos para determinar posibles afectaciones. Es decir, le recomienda que antes de iniciar la extracción de piedra –para lo cual deberían hacerse numerosas detonaciones– determine el grado de daños a los manantiales.

No obstante que se desconoce si ha dado cumplimiento a lo dictaminado por la Conagua o realizado los estudios de impacto ambiental, las gestiones de Moreno Gómez consiguieron que el anterior alcalde de extracción panista, José Manuel Sánchez Martínez, avalara la solicitud del empresario a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con fecha del 20 de agosto del 2012 para el uso de 400 kilogramos mensuales de explosivos.

Moreno Gómez asegura contar con los permisos legales y sostiene que es cosa de días, dar inicio a la extracción de la piedra basáltica.


02 de marzo de 2014
Fuente: La Jornada Veracruz
Nota de Tulio Moreno Alvarado

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