Guatemala: Cosechar agua

27 mayo 2013

¿Se ha preguntado qué pasaría con su factura de agua si decidiera conectar a las canaletas de su terraza a un depósito que luego la dirigiera hacia los sanitarios?

Si pensamos en impactos más importantes para el país podríamos preguntarnos qué pasaría si Guatemala, imitando a muchos países, decidiera cosechar esa agua que va dar al mar y guardarla para la época seca, o bien, trasladarla a regiones donde la sequía no permite a la población cultivar ni para alimentarse. Este país es tan bendecido que cuenta con 97 mil millones de metros cúbicos de agua al año; sin embargo, solo se aprovecha un 10% de la misma.

La cosecha de agua es solamente una de las formas que existen para aprovecharla mejor, ya sea para elevar los rendimientos de producción agrícola de un país, hacer un uso eficiente en las ciudades, en los hogares o las industrias. Existen muchas otras que permiten eficienciar el uso de la misma para efectos económicos como lo son los sistemas de riego, que pueden ir desde los más rudimentarios como pozos artesanales, canales de riego o los más sofisticados como aspersión, riego por goteo o riego en cultivos bajo invernadero.

El incremento de los rendimientos en vegetales en una hectárea bajo riego puede llegar hasta el 200%, además de la ventaja de poder tener 3 cosechas en el año.

El territorio guatemalteco tiene 10.8 millones de hectáreas, de ellas 3.7 millones son aptas para la agricultura, pero solamente 342 mil cuentan con sistemas de riego. De estas, 290 mil son riegos construidos por el sector privado y 15 mil 250 hectáreas construidas por el Gobierno allá por los años 70.

El tema de este artículo es comentar la política de riego planteada por el ministro de Agricultura, la cual tiene entre sus objetivos mejorar los ingresos de los agricultores, aumentar la eficiencia, ampliar las áreas bajo riego para aumentar la competitividad, mejorar la gobernabilidad por el uso del agua y proveer de acceso a la misma a mayores núcleos de población. El Departamento de Riego del Maga estima que una hectárea bajo riego genera 648 jornales al año, dos puestos fijos de trabajo, seis beneficiarios directos y 12 beneficiarios indirectos.

Las inversiones están planeadas para varios niveles, que van desde los agricultores de infrasubsistencia y subsistencia, a fin de poner más alimentos a su alcance y promover cultivos de alto valor, acceso a riego para la competitividad de la agricultura excedentaria logrando incrementar las áreas y la productividad, de tal cuenta que puedan abastecer a las cadenas mundiales de valor a los que Guatemala ya se encuentra insertada y cuya demanda va en aumento a tal grado que los exportadores de vegetales manifiestan que apenas están pudiendo atender el 15% de los pedidos que les llegan del exterior.

Quizá la mejor noticia es que plantean promover las inversiones para la captación, almacenamiento y conducción del agua con la participación del Gobierno central, los gobiernos municipales y organizaciones de usuarios del agua para compartir la responsabilidad. En otras palabras, cosechar el agua para beneficio del ambiente y de la productividad y la generación de riqueza a través del empleo agrícola.

27 de mayo de 2013

Fuente: Prensa Libre / Fanny de Estrada