Habitantes de El Aguajito, Sinaloa, claman por agua
11 junio 201711 de Junio 2017
Fuente: Debate
Nota: Yazmín Ortega
Desde hace unos cinco años el sistema de agua potable quedó obsoleto y ahora se secó el pozo donde se abastecían.
Ayuda. Los que tienen vehículo tienen la posibilidad de salir en busca de agua a otras comunidades cercanas. Foto tomada del medio.
Sinaloa de Leyva, Sin.- El Aguajito está muy lejos de ser el poblado por el cual se le asignó ese nombre. Cuentan sus moradores que hace más de 50 años en el lugar donde se encuentra el pozo al que ahora casi le imploran les nutra agua, antes brotaba a chorros, al grado que la tenían que estar desaguando.
Antes de llegar a El Aguajito está Palo Hediondo, donde hay pocas casas dispersas en el subir y bajar de lomas enmontadas. Ahí también se ha empezado a agudizar el problema de la sequía, pues del otro poblado han estado recurriendo a su pozo y este también ya empieza a agotar su abasto.
Afectados
En El Aguajito hay 33 casas. Unos 190 habitantes buscan hacer su vida y si les preguntan uno a uno qué necesitan todos responden que es agua.
Para tomar agua, hacer comida, lavar trastes, ropa o bañarse, tienen que ingeniárselas, pues no tienen ni la suerte de que un río o canal pase por ahí.
Los que tienen carro van con su rotoplas hasta los poblados más cercanos como La Palma, donde tampoco les quieren dar porque también se les está agotando igual que en Palo Hediondo.
José Alfredo Valdez Valdez mostró cómo a falta de agua se ha ido secando una pequeña siembra de uva que tiene en su traspatio y que cada día trata de rescatar depositándole la poca agua que consigue. A la sequía han cedido algunos árboles de mango, guayabas y cítricos, como se han secado también en las otras casas.
Poca ayuda
María Oralia Valenzuela mencionó que hace unos 15 días el Ayuntamiento les mandó dos pipas con agua pero solo una estaba limpia.
Desde Llano Grande un señor acude a vender agua en garrafones, mismos que les da a 10 pesos, y aunque no les parece tan caro no les abastece.
“Hay veces que no tiene uno ni los 10 pesos para comprar, aparte los chamacos llegan de la escuela con sed y no tenemos”, expuso.
Desabasto
Desde octubre del año pasado empezaron a notar que el pozo daba menos agua pero ya tenían años sin agua en el sistema al quedar obsoleto y por el cual desconfían que puedan estar en situación de adeudo ante la Jumapas.
“El pozo da poco pero imagínese son muchas las casas y a veces agarramos media cubeta, cuando mucho una cubeta y no alcanza”, expuso María Oralia.
En estas comunidades han sido privados de derechos tan fundamentales como el de tener acceso a agua para consumo. Los que pueden se bañan cada tres días pero los niños y jóvenes recorren cerca de siete kilómetros para ir hasta el arroyo que pasa por Agua Blanca y poder bañarse.
Necesidad
Cruz Elena García Bojórquez detalló que cuando lavan la ropa no pueden desperdiciar nada, por lo que reutilizan el agua para echársela a sus animales, tanto gallinas como puercos, mientras que el ganado lo han tenido que sacar a otros poblados.
Debido a que buscan conseguir agua de donde pueden, señalan que hace poco enfermaron del estómago la mayoría de los habitantes, por lo que tu-vieron que recurrir al centro de salud de Buenavista.
Exigencia
“Que la señora María (presidenta) dé la cara, prometió pero hasta ahí nada más, ella nos dijo en la campaña: entre mujeres nos entendemos mejor voten por nosotros, ahora yo le digo ahora es cuando nos tiene que apoyar”, expresó Ana Bertha Valdez Valdez.
Señaló que el día que la recibieron en la comunidad le plantearon el serio problema que tienen con el agua y les prometió ayuda, e incluso que le pediría atención inmediata a Aarón Verduzco, porque él estaba de presidente entonces.
“Cuenten con el agua nos dijo, pero el día que la veamos la vamos a invitar a que venga a vivir dos días aquí con nosotros a ver si van a poder, ya son cinco años sin agua, es una injusticia”, manifestó.
Prioridad
Vicenta Romero, otra afectada, dijo que no les parece justo que anden invirtiendo en otras cosas como el arreglo de la carretera en lugar de garantizarles el abasto de agua.
“Voy a creer yo que exija más la carretera que el agua de nosotros”, reclamó.
María Oralia Valenzuela le mandó decir que recuerde lo que le dijo cuando la abrazó aquella vez en campaña. “Ella me dijo que la gente que no vive para servir pues no sirve para vivir, y nosotros la estamos ocupando y no se ha reportado, que se acuerde de esa frase”.
La falta de agua es cada vez más grave en poblados de la sierra
La molestia de los habitantes de Palo Hediondo y El Aguajito en contra de quienes les han prometido solucionar su problema de falta de agua potable es evidente. En esta zona, al igual que en la mayoría de los poblados de la sierra sinaloíta viven en alta y extrema pobreza y la falta del vital líquido ha empezado a repercutir en sus vidas, al grado de que no la empiezan a tener ni para su consumo.
Los mantos freáticos han empezado a secarse y no han tenido el apoyo de las autoridades para explorar otras zonas donde pudieran construir pozos para hacer llegar el agua a sus casas.
Cinco pipas no dan abasto a poblados afectados por sequía
Ernesto Adolfo Higuera Castro, operador de una pipa, mencionó que en las comunidades El Pozo, La Tasagera, Gallo Nuevo, Gallo Viejo, El Guamúchil, El Cochi, Carrerita, El Papachal, San Pablo Mochobampo, Santana y Los Cerquitos, son parte de las poblaciones que han estado atendiendo con agua en pipas. Además de dos pipas de 11 mil litros que tiene el municipio se están utilizando otras tres que son rentadas pero aún así no se dan abasto, según el operador de la unidad.
Hasta que llueva el problema se mantendrá vigente, según los habitantes de los pueblos de la sierra, por lo que esperan sea pronto.
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