La Secretaría de Agricultura (Sagarpa) anunció el inicio de proyectos piloto en Guadalajara y el Distrito Federal para dotar de tecnología a productores urbanos, con el objetivo de fortalecer la cohesión social, mejorar la economía doméstica y la nutrición familiar.

“La idea es aprovechar los espacios que podemos tener en la ciudad, como los jardines de las casas y las azoteas”, explicó Carlos José Arroyo, delegado de la Sagarpa en el DF.

Lechugas y otras hortalizas sembradas en invernaderos de azoteas, patios y pequeños espacios urbanos están abriendo un nuevo terreno al agro, que dan una alternativa de alimentación, frente al proceso de la urbanización mundial, el deterioro de los recursos naturales y los efectos del cambio climático en el sector agropecuario.

“La idea es dar a conocer este tipo de alternativas y también aprovechar los espacios que podemos tener en la ciudad, como los jardines de las casas o las azoteas, jardineras o terrenos baldíos para generar un producto de consumo que sea bueno para la salud y la comunidad, y que al mismo tiempo ayude a las personas a desestresarse y a convivir con su familia y su vecindario”, explicó Arroyo.

A través del programa, los interesados reciben un apoyo por parte de la Sagarpa, que puede ir desde 50 hasta 90 por ciento del costo del proyecto, para implementar una unidad de ocho módulos de cultivo en los cuales se pueden cosechar diversos tipos de plantas y hortalizas para el consumo humano. Cada unidad tiene un costo aproximado de 40 mil pesos y pretende, en un principio, generarle al productor una ganancia mensual de dos salarios mínimos.

“Al saber que se podía sembrar en las azoteas, yo quise hacer algo así y de esta forma ayudar al gasto familiar y también tener una actividad familiar para convivir y ayudar a la comunidad”, indicó Alejandra Servín, quien siembra lechugas en su azotea.

“A mí, la Sagarpa me apoyó con 75 por ciento, y yo tuve que invertir más o menos 10 mil pesos en estos invernaderos y nosotros pusimos también el terreno; también van a darme la capacitación”, comentó el productor Mario Lira Flores.

El proyecto busca, en la última etapa, que los beneficiarios cubran su propio consumo y produzcan orgánicos para atender restaurantes y tiendas gourmet.

Son cinco los puntos a cubrir, según Sagarpa:

1 Preparar en la casa un espacio libre donde la luz directa del sol llegue por lo menos durante 7 horas.

2 Contar con tiempo (1 hora por cada 10 m2) para la atención de la huerta, más el que requiera la capacitación.

3 Contar con agua limpia.

4 Tener la capacidad y la voluntad para integrarse y llevar a cabo trabajo de grupo.

5 Tener responsabilidad, dedicación, perseverancia y espíritu de superación.