Infecta el agua ¡en hospitales!

27 mayo 2013

 logoaguamini De acuerdo con cálculos de especialistas, estas infecciones provocan, al año, al menos 40 mil muertes en el País.

“Nuestra posibilidad de morir por una infección hospitalaria es por lo menos 10 veces más alta que por una ráfaga del crimen organizado”, alertó Alejandro Macías, jefe del Área de Control de Infecciones del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.

Según el estudio “Medición de la Prevalencia de Infecciones Nosocomiales en Hospitales Generales de las Principales Instituciones Públicas de Salud”, tan sólo en uno de los 54 hospitales evaluados el líquido cumplió con los estándares mínimos.

“Solamente en un hospital se detectó niveles de cloración del agua de al menos 0.5 mg/L (mínimo requerido para la atención) en todas las zonas de hospitalización”, se lee en el informe, elaborado por el Instituto antes mencionado.

La investigación también detectó que, para la higiene de manos del personal médico, funcionan, en promedio, 22 tarjas, 13 jaboneras y sólo 5 alcoholeras por cada 100 camas censables.

Macías, también director de la Asociación Mexicana para el Estudio de las Infecciones Nosocomiales, subrayó que la falta de agua potable se registra tanto en hospitales públicos como en privados.

Sumado a esto, Mónica Cureño Díaz, jefa de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica del Hospital Juárez de México, advirtió que todas las instituciones que brindan atención a la salud se enfrentan al problema de convencer al personal de algo tan básico como lavarse las manos.

Por todo ello, la meta de reducir la prevalencia de este tipo de infecciones a nivel nacional a un máximo de 6 por cada 100 egresos hospitalarios, fijada en el Programa Sectorial de Salud 2007-2012, está lejos de cumplirse incluso en instituciones de alta especialidad.

Según informes de rendición de cuentas de la Administración Pública Federal 2006-2012, en Neurología y Neurocirugía la tasa fue de 10.1; en el Hospital Infantil de México, de 7.8, y en Pediatría, de 7.3 por cada 100 egresos.

Las tasas son superiores a las cifras registrada por la Auditoría Superior de la Federación en 2011 en Pediatría, con 7.0 por cada 100 egresos y Neurología y Neurocirugía con 8.0.

El Instituto de Enfermedades Respiratorias (INER), que en 2011 registró 5.6 casos, en 2012 presentó de julio a noviembre, 5.8 casos de infecciones nosocomiales por cada 100 egresos hospitalarios.

El Instituto Nacional de Cancerología registró 6 por cada 100 egresos hospitalarios y, en 2012, no presenta datos del número de casos de infecciones nosocomiales.

Cuitláhuac Ruiz, director adjunto de Epidemiología de la Secretaría de Salud, consideró que los institutos nacionales reportan más infecciones que otros hospitales debido a que la vigilancia de sus comités de control de infecciones nosocomiales es “más adecuada”.

“Evidentemente, nuestros institutos nacionales de salud reportan de repente más que el resto porque sus comités de vigilancia hospitalaria de infecciones nosocomiales están bastante más sensibles y bastante más activos.

“No en todos se hace (la vigilancia) de manera adecuada, evidentemente”, precisó.

Ruiz mencionó que él espera que en este sexenio se cumpla la meta de reducir la prevalencia de infecciones nosocomiales a un máximo de 6 por cada 100 egresos hospitalarios.

“Es decir, que sí veo acciones en ese sentido, veo desde el punto de vista de la vigilancia epidemiológica que intensificamos la búsqueda de infecciones nosocomiales y el estudio de los brotes y, por lo tanto, esperaría que se cumpla esta meta”.

Señaló que, según la Organización Panamericana de la Salud, se calcula que en México el costo anual de atención de 450 mil casos de infección es de más de mil millones de pesos.

Mónica Cureño Díaz, jefa de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica Hospitalaria del Hospital Juárez de México, explicó que existen múltiples factores que condicionan la aparición de las infecciones nosocomiales, pero la medida principal para prevenirlas es el lavado de manos del personal de salud.

“La Organización Mundial de la Salud identifica cinco momentos críticos para el lavado de manos, que es antes de tocar al paciente, después de tocar al paciente, antes de realizar algún procedimiento invasivo, como tomar una muestra o colocar un catéter, después de tocar el entorno del paciente y posteriormente de haber estado en contacto con secreciones y líquidos corporales”, precisó.


27 de mayo de 2013
Fuente: Reforma
Nota de Natalia Vitela

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