Inminente desazolve del río Grijalva

10 diciembre 2007

Juan de Grijalva, Chiapas (10 de diciembre de 2007).- Tras 27 días de actividades sin tregua para retirar miles de metros cúbicos de tierra y piedras, por la caída de un cerro sobre el cauce del río Grijalva el 4 de noviembre, la obra está en su etapa final. Los esfuerzos de especialistas y personal operativo se concentran en llegar al lecho del cauce donde se empezará a construir el canal de desagüe para reencauzar el afluente.

Los trabajos en esta parte del caudaloso río requieren aún mayor cuidado y precisión de los expertos de las comisiones Federal de Electricidad (CFE) y Nacional del Agua (Conagua), ya que tras su conclusión vendrá la liberación gradual de la corriente y el ensanchamiento escalonado de las paredes del promontorio, hasta que el río recupere su paso normal.

Según directivos de la CFE, con base a los avances de más de 90% de la obra. la reapertura en este tramo se dará entre el 15 y 18 de este mes.

Las obras en el “tapón”, dejado por el alud y la enorme ola que provocó la muerte de 19 personas, semejan un “hormiguero”. Las 24 horas del día laboran unos 700 trabajadores, así como 140 máquinas y equipos de alta tecnología. Hasta este fin de semana se habían removido 748 mil 165 metros cúbicos de tierra y piedras, de un total del millón 126 mil del promontorio que se formó sobre las aguas.

Responsables de la obra, así como directivos de CFE explican: “Hay que despejar la presa que la naturaleza construyó en 15 minutos. Así, lo que era una utopía empieza a ser una realidad con el trabajo colectivo de los trabajadores”.

El residente general de la obra de CFE, Gerardo Cruz Velasco, aseguró que el personal (ingenieros civiles, hidráulicos y geólogos, así como electricistas, operadores, etc.) ingresó a una fase en que cada actividad se realiza con precisión y cuidados milimétricos, en función a los requerimientos de especialistas y expertos como parte de un trabajo inédito en el país.

Entrevistado en su campamento de trabajo, descartó riesgos en la zona una vez que liberen las aguas. “El Grijalva está controlado, así como las presas hidroeléctricas asentadas a lo largo del afluente; se tendrá un control y vigilancia precisos en el momento de la liberación gradual de las aguas, entre el 15 y 18 de este mes”.

Añade que a 27 días de iniciados los trabajos en este sitio montañoso del municipio de Ostuacán, las actividades avanzan según lo previsto. “Era una utopía, que se vuelve realidad”.

Esfuerzo coordinado

El coordinador general de logística de CFE, Andrés Martínez González, aseguró que los resultados obtenidos hasta este momento son parte del esfuerzo coordinado de cada uno de los que participan en los trabajos.

El también gerente regional de Transmisión-Sureste de la paraestatal explica que la responsabilidad que tiene es fundamental, ya que implica el suministro de energía y combustible para más de 140 máquinas y equipos de alta tecnología que laboran en los distintos frentes de la obra.

A su cargo están también las plantas y los sistemas de comunicaciones y estaciones repetidoras de telefonía inalámbrica, instaladas por empresas privadas.

El ingeniero electricista aseguró que dada las condiciones peculiares que produjo el deslizamiento del cerro y luego de la emergencia por los riesgos iniciales, el trabajo que realiza cada persona en este lugar es básico y trascendente. Tan importante es la destreza de quienes comandan los helicópteros que transportan personal y equipos, como las cocineras que atienden la alimentación diaria, puntualizó.

En la etapa actual de la obra del “tapón” se demanda mayor cuidado y precisión laboral a fin de reforzar aún más las condiciones de seguridad. “Estamos entrando a un cañón, cada vez más angosto; gente y máquinas deben transitar con mucho cuidado para evitar accidentes, y mucho depende de nosotros que no pase eso”, abundó.

El funcionario compara que por las dimensiones del colapso sobre el río, “la naturaleza se encargó de hacernos una presa que no tiene estabilidad; el hombre se tarda hasta cinco años para hacer una presa y aquí se hizo en 15 minutos”.

Aportación individual

En esta especie de islote, donde el paisaje arcilloso se uniforma con el amarillo de las máquinas y camiones de carga, Guillermo opera uno de los 43 tractores. Su labor diaria consiste en llenar los camiones de carga del sitio de donde partirá el canal de desagüe.

Este operador manifiesta que se encuentra satisfecho con lo que hace, porque “el esfuerzo diario es compensado con la tranquilidad y seguridad que más adelante tendrá la zona”

Originario de Tabasco, Guillermo forma parte de los más de 700 trabajadores involucrados en la operación y conducción de otros 97 equipos y máquinas de alta tecnología.

El trabajo de cada uno se centra en construir el canal en medio del gigantesco “tapón”, donde el río empezará otra vez a correr de manera gradual y escalonada, a fin de evitar estampidas que pongan en riesgo la zona.

Por: Óscar Gutiérrez

Fuente: El Universal

Sitio web: http://www.eluniversal.com.mx/estados/66949.html

 

Artículos relacionados
Compartir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

El agua es vida, pero ¿Qué pasa cuando no tenemos acceso agua de calidad?  ¿Sabes a qué enfermedades nos exponemos?   ¿Qué sabes sobre el tema?

¡Pon a prueba tus conocimientos en este tema! ¡Y diviértete!

 Ir a la trivia