La carestía de servicios y la influeza

07 mayo 2009

Colonos de la delegación Iztapalapa y Nezahualcóyotl presentan problemas de abasto de agua; la pobreza de ese sector hace vulnerables a sus habitantes ante la influenza y otras enfermedades.

Fuente: CNN Expansión
6 de mayo de 2009

ESTADO DE MÉXICO (Reuters) — Desde hace cuatro días, de las tuberías de la casa de Miriam Guerrero apenas brota un delgado hilo de agua que no es suficiente para cumplir con todas las medidas de higiene recomendadas por el gobierno para contener una mortal epidemia de influenza.
Como ella, miles de familias de unas 50 colonias de la delegación Iztapalapa, un pobre distrito ubicado en el oriente de la capital mexicana, sufren cotidianamente el desabasto de agua y deben solicitar el líquido a través de camiones ante la escasa distribución en la zona.

Ahora que las autoridades piden que la población limpie sus casas y se lave las manos continuamente para acabar con el virus de la gripe, personas como Guerrero se preguntan cómo van a hacer.

Con el agua escaseando, no es fácil lavarse las manos a cada rato, como dicen, y tampoco alcanza para desinfectar todo el mobiliario", dijo Guerrero, mientras intentaba fregar los pisos de su pequeña peluquería con una cubeta de metal.

México reiniciará el miércoles lentamente sus actividades normales reabriendo universidades, oficinas públicas y empresas luego de más de 10 días de paralización por la gripe, pero pidió extremar las medidas de higiene y usar tapabocas.

Eso parece difícil en Ciudad Nezahualcóyotl, un populoso municipio del Estado de México, vecino a la capital y a Iztapalapa, donde los pobladores temen por los riesgos de vivir en las cercanías de un saturado basurero a cielo abierto.

El Bordo de Xochiaca recibe diariamente unas 12,500 toneladas de basura y según las autoridades no es sólo una amenaza para el medio ambiente, sino también para la salud del más de 1 millón de personas que habitan el municipio.

"Yo creo que es un foco de infección que puede ayudar a que se propague con mayor facilidad ese virus", dijo Gerardo Sánchez, de 19 años, mientras aguardaba un autobús.

A lo lejos, decenas de cartoneros hurgaban entre las montañas de desperdicios en busca de material que pudiera ser reciclado. No llevan guantes, no utilizan mascarillas ni cubrebocas, a pesar del intenso hedor.

POBLACION VULNERABLE

México, donde más de la mitad de la población vive en la pobreza, ha sido el epicentro del brote de una nueva variedad de influenza que cobró la vida a 29 personas, infectó a cientos en este país y se extendió a otras 21 naciones.

Las propias autoridades reconocen que la pobreza es un factor importante en la diseminación de la influenza debido al hacinamiento, y ante la falta de agua y jabón.

"Siempre las condiciones de pobreza colocan a la población en mayor vulnerabilidad", dijo en entrevista con Reuters días atrás el director del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud, Miguel Angel Lezana.

Y no se trata sólo de agua y jabón. Muchas personas no tienen acceso ni siquiera al sistema público de salud, que muchas veces está desbordado y regresa a los pacientes por donde vinieron si no encuentran síntomas fuertes de alguna enfermedad.

Hace dos semanas, Alicia Soto, una vendedora de pepitas (semillas tostadas) cerca del Bordo, llevó su hija enferma de gripe al doctor.

"Tenía todos los síntomas, fiebre, tos, la llevé luego luego (rápido) al doctor y me dijo que sólo era el catarrito, nada más", narró.

Un enjambre de moscas ronda su negocio callejero, pero a ella, que no usa tapabocas, le preocupa más el sustento de su hija que una posible enfermedad.

"Nos preocupa el resfriado, la gripe, y más tan cerca del vertedero (basurero), pero ni modo. No nos queda de otra, tenemos que comer", explicó.

Mientras tanto, las autoridades continúan movilizando todas sus baterías en una guerra a muerte contra la influenza.

"Estamos recorriendo los sitios con atención médica (…) no les estamos llevando agua, pero estamos haciendo recomendaciones. Tenemos gel antibacterial, para que la gente tenga conciencia", dijo a Reuters Víctor Torres, subdirector de epidemiología del Instituto de Salud del Estado de México.