La nueva cara de la construcción: menos agua, mejor negocio

15 julio 2011

15 de julio de 2011
Fuente: CNN México
Nota de Ana Lydia Valdés

Un nuevo reto: reducir la huella hídrica

(Cortesía CFE)

La nueva tendencia y parámetro en la industria es comenzar a contabilizar el agua utilizada en un producto o servicio para determinar la sustentabilidad del mismo.

La huella hídrica es la suma de litros de agua que se utilizan durante el proceso de fabricación de un producto y/o servicio.

El concepto surgió en Holanda en 2002. Basándose en los procedimientos de Arjen Hoekstra, experto del Instituto UNESCO-IHE, en 2009 crearon el primer manual de huella hídrica.

En México, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) utilizan este indicador para crear conciencia sobre su afectación en la cadena productiva.

De acuerdo con datos de la Conagua, México ocupa el sexto lugar mundial como importador de agua. Y su capital, el DF, es la que más contribuye a la huella hídrica nacional, por el sobregasto que tiene.

Menos agua, más construcción sustentable

(Cortesía CFE)

La cantidad total de agua que se utilice para la fabricación de productos o servicios, y las fórmulas para reducirla a niveles sustentables, serán la tarjeta de presentación para atraer inversiones.

“Las organizaciones ya no se limitan a cumplir con la normatividad; están madurando en sistemas de sustentabilidad”, asegura Jessica Domínguez Torres, consultora de KPMG México.

Sus clientes piden orientación para calcular el consumo de agua para reestructurar sus procesos y optimizar el manejo de sus recursos.

“Si el constructor se preocupa por el agua, a los inversionistas les atraerá el desarrollo”, asegura la especialista en Ingeniería Ambiental.

Cuidar el consumo de agua es un reto al que diferentes organismos vinculados con la construcción se han sumado, aunque con esfuerzos aislados.

Programas para construir y ahorrar agua

(Cortesía CFE)

La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción promueve el uso racional del agua en los procesos constructivos y trabaja en un decálogo de medidas de ahorro dirigido al trabajador en sitio (albañiles, herreros, plomeros), para crear conciencia de que cada pieza que se coloca impacta en el agua.

La Comisión Nacional de Vivienda por primera vez incluye el concepto de ahorro de agua en su Programa de Labores 2010.

El programa contempla la reducción del consumo del agua promedio por vivienda y el mejoramiento de la calidad de las descargas de agua con el fin de optimizar su reuso.

La Norma Ambiental Emergente para el Distrito Federal ya establece la obligación de presentar programas de ahorro de agua para la construcción.

Sin embargo, aún existe cierta controversia sobre la huella hídrica porque algunos economistas dudan de su costo de oportunidad, de ahí que sólo se le reconozca como un parámetro para hacer conciencia.