La pesca artesanal contará con pautas para proteger el ecosistema marino

07 enero 2016

En esta iniciativa -llevada a cabo en España, Italia y Túnez- se ha realizado una evaluación del estado de las comunidades bentónicas -conjunto de organismos que viven bajo el mar- en diferentes lugares del Mediterráneo-, según informa un comunicado de prensa de la Fundación Biodiversidad.

Asimismo, se ha estudiado el impacto de algunas ‘metiers’ (artes de pesca) sobre la fauna bentónica en colaboración con pescadores y con diferentes organizaciones nacionales e internacionales.

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Fundación Biodiversidad, ha sido el coordinador de esta iniciativa y, además, ha contado con el apoyo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas -Instituto de Ciencias del Mar (España), la Universidad de Génova (Italia) y el Instituto Nacional de Ciencias y Tecnologías Marinas (Túnez)-.

Recomendaciones para la cuenca mediterránea

A partir de este proyecto, “los socios han acordado una serie de recomendaciones para toda la cuenca mediterránea basadas en diferentes áreas de estudio como el Cap de Creus, Canal de Menorca, archipiélago de la Galite, banco de Esquerquis (Túnez), Golfo de Patti y Archipiélago de Ponza (Italia)”, señala la nota informativa.

Todas las propuestas han sido consensuadas con los pescadores artesanales que han participado en el proyecto “con la intención de firmar acuerdos por los que se comprometen a adoptar estas buenas prácticas de forma voluntaria y a largo plazo”, asegura la Fundación.

Una de las recomendaciones del proyecto ha consistido en “devolver el agua a los descartes de invertebrados bentónicos y especies formadoras de hábitat en un tiempo inferior a treinta minutos y en el mismo lugar donde se ha realizado la captura, así como evitar dañarlas en la medida de lo posible”.

En el comunicado se recoge que “estos estudios científicos han demostrado que la supervivencia de las capturas accidentales de las especies betónicas aumenta si son devueltas lo antes posible al mar” y, así,“se reduce la exposición al aire y a los cambios de temperatura”.

Listado de buenas prácticas

En el listado de buenas prácticas también se aconseja “evitar la pesca en áreas donde se han detectado comunidades frágiles, promover zonas de restricción pesquera en las que se han encontrado ecosistemas valiosos y sensibles o el uso de aparejos más selectivos, así como material de redes más eficientes”.

Otra de las medidas ha promovido “el mantenimiento periódico de las redes de pesca, reducir el impacto mediante la disminución del número de operaciones de pesca en una misma localización durante una misma temporada o aminorar la longitud de las artes de pesca”.

Además, se ha fomentado “la integración del conocimiento adquirido por los pescadores en estudios científicos y en actividades de seguimiento, porque su larga experiencia tiene que ser considerada una fuente de información internacional”.

“Los datos sobre capturas extraordinarias, la aparición de especies poco comunes o la localización de extensas poblaciones de especies estructurales o detalles inusuales pueden ser de gran ayuda para mejorar el conocimiento que se tiene del fondo marino por parte de la comunidad científica”, según argumenta el comunicado.

Concienciación audiovisual

En este sentido, también se han elaborado vídeos que permitan concienciar sobre el fomento de buenas prácticas de pescar que expongan de forma clara “la base científica de artes de pesca perdidas, la supervivencia de especies descartadas o el estado de los organismos una vez devueltos al mar”.

Con ello, concluye el comunicado, “se consigue una mayor atención del público y una mayor recepción que con cualquier tipo de informe técnico o gráfico”. EFEverde

30 de diciembre del 2015

Fuente: EFE VERDE