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León, Valle y Celaya con el subsuelo más sobreexplotado

20 septiembre 2011

18 de septiembre de 2011
Fuente: El sol de León
Nota de Leonel Araiza

En dos años la CONAGUA clausuró más de mil pozos.
Foto: Francisco Carmona / El Sol de León

León, Gto.- A consecuencia de la sobreexplotación de los mantos acuíferos de distintas zonas del Estado registran hundimientos, e incrementa la perforación a mayor profundidad para buscar agua con riesgo que el líquido contenga arsénico o mercurio.

El Director local de la Comisión Nacional del Agua, Roberto Castañeda Tejeda, precisó que los acuíferos del Estado son los más sobreexplotados, principalmente León, Valle, Celaya.

Una situación grave, pues cada año en el Estado se consumen más de mil millones de metros cúbicos que la capacidad de recarga de las fuentes subterráneas de vital líquido.

Es decir, cada año se consume más de una presa Solís, que la capacidad que tienen los mantos freáticos de renovarse.

“A simple vista ya tenemos consecuencias, hay hundimientos en distintas partes del Estado, incluso los ríos comienzan a quedar arriba de las colonias, como es el caso de Salamanca”.

Precisó que en esta ciudad, hay zonas donde el río Lerma quedó por encima de la zona habitacional, generando situaciones de riesgo de inundaciones. El hundimiento en el Estado es paulatino, genera daños en los edificios y casas.

Castañeda Tejeda, indicó que el abatimiento de los ríos subterráneos es de 1 a 3 metros por año. Al extraer el líquido queda un espacio vacío que lentamente ocupa el suelo, hay hundimiento y el acuífero desaparece lentamente, pierde capacidad de almacenamiento.

Otra consecuencia, es el alto costo de la extracción del líquido, que se puede ver reflejado en las tarifas de consumo, se requiere de más energía para las bombas, más tubería, mayor gasto en mantenimiento, entre otros.

“Antes se podía extraer a 50 metros, hoy es a 200 metros y el costo de extracción es más caro”, dijo.

Cuando el agua a ese nivel se agote, será necesaria inversión para volver a encontrar el líquido, “por lo menos en cada pozo se tendría que invertir de 2 a 3 millones de pesos para perforación”, comentó el gerente local de CONAGUA.

El riesgo de buscar agua a mayor profundidad, también tiene consecuencias a la salud, incrementa la probabilidad de que el líquido esté contaminado con algún metal, arsénico o mercurio.

“Este tipo de problemas ya lo tenemos, hay comunidades que se quedan sin agua pues su pozo encontró líquido contaminado con arsénico y mercurio, no tienen abasto hasta que se perfora otro pozo”.

Lo urgente es trabajar para que la gente tome conciencia de que el agua se agota y no hay más, “un reto cultural fuerte, cuando se tomen medidas para ahorrar agua en la ciudad y en el campo podremos dejar de utilizar más del 30% del líquido”, concluyó.