Llevan demanda a Canadá

22 febrero 2008

Fuente: Dallas Forth

07:45 AM CST on Tuesday, February 19, 2008

Por DAVE MICHAELS

Washington La guerra por el agua entre Texas y México cuenta con un nuevo campo de batalla: Canadá.

Los granjeros del sur de Texas y los distritos de irrigación que demandaron a México hace más de tres años tomaron el inusual camino de apelar una decisión judicial usando los mecanismos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta). Bajo términos de la demanda legal, la apelación deberá ser escuchada en un país neutral.

Los granjeros se ampararon al Nafta debido a que su propio gobierno federal no ha permanecido neutral en la disputa. El verano pasado, justo antes que un tribunal dictaminara contra los texanos, el Departamento de Estado presentó un aviso apoyando a México, argumentando que los granjeros no calificaban para compensaciones a través de Nafta.

"Me haría muy infeliz y me preocuparía mucho si (el gobierno federal) somete otro informe en esta apelación, básicamente dejándonos en el fango nuevamente", dijo la Contralora de Texas Susan Combs, que contrató a un abogado canadiense para apoyar a los granjeros en una corte de Toronto.

En juego: más de 660 millones en daños que reclaman texanos que acusan a México de acaparar el agua durante la sequía de los 90, en violación del tratado del agua de 1944, algo que diezmó la agricultura del Valle del Río Grande.

Combs, que ahora administra la Tesorería estatal, dijo que la disputa del agua es un desastre económico para Texas y que puede ocurrir otra vez si el estado sufre otra sequía.

Desde que era la comisionada estatal de agricultura, Combs ha perseguido a México por el supuesto robo de agua; en una ocasión le mandó imágenes de satélite al entonces presidente Vicente Fox, mostrando que México tenía agua en el río Conchos que debió ser compartida con Texas.

Los funcionarios mexicanos negaron las acusaciones y señalaron que muchos de sus propios granjeros y rancheros sufrieron mucho por la sequía.

Stephan Becker, un abogado de Washington que ha representado a México en la disputa, dijo que el caso de los texanos tiene una falla fatal, ya que Nafta no permite a sus partidarios quejarse basándose en incumplimiento o quebranto de otros tratados, como el de 1944, dijo.

"México se opone a una revisión judicial, y estamos seguros que la petición será rechazada", dijo Becker.

Hace tres años, México acordó transferir más agua a las reservas para reponer la supuestamente llamada deuda de agua. Pero los granjeros texanos y distritos del agua insisten que deben ser compensados por el periodo cuando no se entregó la suficiente agua.

México argumentó que los demandantes no pueden invocar a Nafta porque los granjeros no tienen ninguna inversión en México.

Los granjeros dicen que los derechos al agua de los tributarios de Río Grande, estipulados por el tratado de 64 años con México, son una inversión.

El tratamiento requiere que México envíe por lo menos 113.,00 millones de galones de agua, de seis ríos que fluyen hacia el Río Grande. México controla esa agua a través de un sistema de represas.

A cambio, Estados Unidos envía agua a México desde el río Colorado.

Combs dijo que trabajará con los congresistas texanos para asegurarse que el Departamento de Estado se mantenga al margen de la acción legal en Canadá.

Una portavoz del Departamento de Estado se negó a decir por qué el gobierno intervino en el caso y tampoco informó si sus abogados participarán en Toronto. Los procesos allá están programados para el 25 de marzo.

Joe Barrera, director general del Distrito de Riego de Brownsville, dijo que el caso es especialmente importante porque conforme crezca la población del Valle las demandas de agua se incrementarán. La escasez de agua fue tan severa durante los años 90 que algunos distritos de irrigación dijeron a las ciudades que quizá no podrían entregar agua para los residentes, dijo Barrera.

"Si perdemos, habemos muchos que nos sentiremos sin esperanzas", dijo.

Michaels escribe para The Dallas Morning News.