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Los haitianos suplican por agua potable

19 noviembre 2010

* En Puerto Príncipe se dan enfrentamientos por expansión del cólera. En el sur no tienen el líquido vital.

19 de noviembre de 2010
Fuente: El Telégrafo

Hacinadas en torno a un río donde la basura y los animales conviven, más de 500 familias, que han hecho del campamento de desplazados de Los Cayos (Les Cayes), en el sur de Haití, su hogar desde el pasado mes de enero, piden a gritos  que les proporcionen agua potable para sobrevivir.

Los 10.000 litros del líquido vital  que cada tres días les suministra mediante una gran bolsa la ONG Intermón Oxfam parecen no cubrir las necesidades de la población de 20.000 habitantes que allí vive desde que la tierra temblara hace diez meses.

“¡S’il vous plait, l’eau!” (¡por favor, agua!) es la súplica que a cada paso lo haitianos desplazados tras el sismo transmiten a los escasos visitantes que recorren el entramado de callejuelas que tienen como destino final un río en el que basura y cerdos campan a sus anchas. “¡Mi hijo tiene hambre, mire su barriga hinchada!”, dice una mujer al paso de los cooperantes de la ONG española Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF).

Mientras tanto, en la capital haitiana, Puerto Príncipe, surgen enfrentamientos.  Varios centenares de jóvenes haitianos atacaron a cascos azules de las Naciones Unidas con piedras y levantaron barricadas durante una manifestación en protesta por la expansión de la epidemia de cólera. Los jóvenes atacaron a una decena de soldados de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) que se encontraba  detrás de una camioneta descubierta.

Los jóvenes manifestantes que se reunieron en la plaza del Campo de Marte, muy cerca del palacio presidencial, gritaban eslóganes en creole, tales como “La Minustah nos trajo el cólera” o “¡Que se vaya la Minustah!”. Una pancarta en creole indicaba: “La Minustah extiende excrementos por la calle”. Los jóvenes intentaban llegar a la sede de la misión de la ONU.

Un hombre murió la víspera por disparos y varias personas resultaron heridas también tras choques entre cascos azules y manifestantes en Cabo haitiano, al norte del país, donde las personas ahora tienen miedo de salir y se dificulta la atención de los enfermos de cólera. Y es que la enfermedad, que se desató a mediados de octubre, se elevó a 1.110, mientras que los hospitalizados totalizaron 18.382, según las autoridades sanitarias.

La Penitenciaría Nacional  registró ayer siete reos muertos y al menos 30 contagiados por el mal, con altas posibilidades de propagarse por los graves problemas de higiene y sobrepoblación.

Las autoridades sanitarias anunciaron  los primeros tres casos confirmados de cólera en el noreste de Haití, hasta entonces libre de la enfermedad. 

De los diez departamentos en los que está divido Haití, solo tres, el Sureste, Nippes y Grand Anse (suroeste), no han sido afectados por la enfermedad, que ya se extendió a   República Dominicana, que investiga un segundo caso, y se detectó otro  en Florida (EE.UU.).