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Más agua, menos carreteras

20 julio 2010

20 de julio de 2010

Fuente: El Universal

Por Catalina Pérez Correa

Dentro de los proyectos de infraestructura planteados por el actual gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, está la construcción del ramal a Valle de Bravo que se desprende de la autopista de cuota Toluca-Zitácuaro. Aunque Valle de Bravo ya cuenta con tres vías de acceso (Toluca-Monumento-Valle de Bravo, Toluca-Amanalco-Valle de Bravo y Toluca-Temascaltepec-Valle de Bravo), la nueva carretera de cuota se justifica, dicen las autoridades, porque acortará hasta por 20 minutos el trayecto desde Toluca, además de que aliviará el creciente flujo de tráfico que llega al poblado.

En términos de costos, sin embargo, el proyecto implica un importante empleo de recursos, así como un detrimento significativo del medio ambiente. De acuerdo con representantes del estado y de las empresas constructoras, la nueva autopista de cuota atravesará áreas naturales protegidas federales y estatales, y tiene un costo estimado de entre 550 y 900 millones de pesos. La obra afectará una superficie de dos millones de metros cuadrados y, calculan las autoridades, implica el derribo de más de 16 mil árboles.

De acuerdo con Greenpeace, México es el quinto lugar mundial en deforestación. La organización advierte que uno de los principales factores que causa la reducción de bosques es el cambio de uso de suelo. En este caso, la construcción de la carretera de cuota, advierten expertos, fomentará el desarrollo de nuevos asentamientos humanos (regulares e irregulares), haciendo la zona más vulnerable a la tala clandestina y a los incendios.

Más aún, el área que atravesará la nueva autopista es considerada una de las más importantes zonas de recarga de los acuíferos que dotan de agua al Sistema de Aguas del Valle de México, que abastece a millones de personas. Con la pérdida de bosque, la construcción de la autopista significará una disminución en la capacidad de abastecimiento del agua que va a Toluca y la ciudad de México.

Todos necesitamos el agua que proviene de esta zona. Tanto en las ciudades como en el campo se requiere de agua para sembrar, bañarse, lavar platos, beber. También las industrias necesitan agua. ¿Quiénes necesitan una autopista de cuota?

En la región está pendiente el saneamiento de las presas Colorines, Ixtapantongo, Tilostoc y Chilesdo, así como la limpieza de los muchos ríos y arroyos que abastecen el sistema Cutzamala. Esto sin mencionar la carencia de agua potable en muchas poblaciones de la zona, la insuficiencia de centros de salud y escuelas, etcétera.

¿Por qué asignar los escasos recursos públicos a un proyecto que beneficia a pocos? ¿Qué justifica la construcción de nuevas carreteras en trayectos donde existen tres alternativas por encima de otras necesidades? Si lo que se pretende es mejorar el flujo con una autopista, ¿por qué no usar el trazo de una de las rutas ya existentes, minimizando así la afectación de parques nacionales y bosques de agua?

El ramal Valle de Bravo es una de las 10 carreteras que ha proyectado el Gobierno del Estado de México para la actual gestión. Muchos de estos polémicos proyectos han enfrentado fuerte resistencia de la sociedad civil, en parte por las mismas razones aquí expuestas.

La autopista Toluca-Naucalpan, por ejemplo, cruza el parque estatal Otomí-Mexica, afectando el santuario de agua de San Lorenzo que abastece las ciénegas del Lerma.

Asimismo, la autopista Lerma-Tres Marías, cuya construcción fue detenida durante cuatro años, afectará varias zonas de reservas forestales, incluido el corredor biológico Chichinautzin en el gran Bosque de Agua, que representa 2% de la biodiversidad del planeta y abastece 75% del agua a la zona metropolitana del Valle de México.

Las áreas naturales protegidas son un recurso irrecuperable. Son una fuente de riqueza para todos los mexicanos. Significan el agua que usan los agricultores, los industriales y aquella que llega a los poblados y ciudades. Pertenece a todos la decisión sobre su manejo y uso, sobre todo a las comunidades que las ocupan. Igualmente, corresponde a todos la decisión sobre el uso y manejo de los recursos públicos.

El gobernador del estado debe explicar cuál es la lógica de su administración en esta materia y dar cuenta de las prioridades de su gobierno.

Investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas