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Más de 9 mil habitantes, en riesgo por la polución en afluentes al norte de la ciudad de Puebla

06 mayo 2009

Fuente: La Jornada de Oriente 
6 de mayo de 2009
Por Javier Puga Martínez
 
Los habitantes de la capital del estado de Puebla no sólo podrían enfermar de males respiratorios provocados por la influenza. Al menos 9 mil personas que habitan en las colonias Adolfo López Mateos, Morelos y 16 de Septiembre –al norte de la ciudad– corren el riesgo de padecer fiebres, cólera, paludismo, dengue e infecciones de la piel debido a la polución en afluentes del río San Francisco.

Durante el cruce de uno de estos cuerpos de agua por las barrancas Xaltonac y El Santuario –mejor conocida como el “Puente Negro”–, la pestilencia inunda las casas aledañas a todas horas. Se tienen registrados algunos casos de vecinos enfermos por esa situación, los cuales fueron confirmados por el médico Joaquín López, vecino de la zona.

Así lo señaló José Antonio Hernández Muñoz, también médico de profesión y a su vez presidente de la colonia López Mateos. El representante popular afirmó en entrevista que ha informado de esta situación al ayuntamiento de Puebla a través de una decena de oficios; incluso hace unas semanas, personalmente habló con la edil Blanca Alcalá para exponerle el problema de la demarcación durante la inauguración de un puente peatonal en Plaza Loreto, pero Alcalá sólo lo remitió con su secretario particular, quien hasta la fecha no le contesta el teléfono.

Durante un recorrido realizado ayer por La Jornada de Oriente por esa zona se pudo observar el deterioro de la barranca Xaltonac –a la altura de las calles 70 Poniente y 3 Norte–, la cual almacena toneladas de basura, llantas, muebles, escombro de construcciones y hasta un vehículo que fue tirado en el cuerpo de agua hace más de un mes, sin que nadie haya hecho algo por rescatarlo; además, el puente presenta una severa fractura de más de tres metros de largo.

En la barranca El Santuario, a la altura de la 72 Poniente y la 7 Norte, la situación no es mejor: a los problemas anteriores se suma un grupo de “paracaidístas” que habita desde hace dos años –según los vecinos– en casas de plástico, cartón y madera, las cuales están sobre un predio federal. Ahí existe un letrero que anuncia que es una propiedad federal y que es zona de riesgo; además, la alarma contra inundaciones por la crecida del río durante la época de lluvias que instaló la Dirección de Protección Civil del ayuntamiento de Puebla fue robada. “No tenía ni una semana que la instalaron cuando esas personas se las llevaron para seguir construyendo sus casas”, relató una vecina.

Mientras, en “Puente Negro”, sobre la Diagonal Defensores de la República y la zona de Los Lavaderos, el agua estancada en el vaso regulador continúa pudriéndose, ya que las llantas y muebles que llegaron hasta ahí taparon la coladera que lleva el líquido al drenaje pluvial. Unas 20 casas de alrededor se están viniendo abajo por las cuarteaduras.

“Nos urge que el gobierno estatal o el ayuntamiento vengan a desazolvar”, exigió Hernández Muñoz, pues eso permitirá reducir el riesgo de enfermedades severas entre la población del nororiente de la capital.

Afirmó que los vecinos entregaron un proyecto a la Comuna que tiene dos opciones de solución para este afluente del río San Francisco: la primera consiste en entubarlo y convertirlo en avenida –como ocurrió con el actual bulevar 5 de Mayo–, la cual conectaría a Los Lavaderos con la autopista México–Puebla.

Esta opción, dijo el representante popular de la López Mateos, tiene la ventaja de desfogar el tráfico que existe sobre la Diagonal, el bulevar 5 de Mayo y la Calzada Zaragoza, además de que la vialidad reactivaría la economía de estas colonias marginadas.

En tanto, la segunda opción es, además de entubarlo, colocar sobre el cuerpo de agua canchas deportivas, como las que actualmente existen sobre una parte de la barranca Xaltonac; eso ayudaría a fomentar el deporte y a reducir la delincuencia que existe en la demarcación. Lamentablemente, dijo Hernández Muñoz, la propuesta de los vecinos no ha tenido ninguna respuesta por parte del ayuntamiento de Puebla, y mientras la contaminación sigue en aumento.