El sector del agua tiene una gobernanza deficiente debido a que hay una débil conducción política, falta de regulación, planeación sin visión de largo plazo e insuficiente coordinación. Esto ocurre en un contexto de baja disponibilidad del recurso, acuíferos sobrexplotados y cuencas deficitarias, advierte la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Los problemas se agudizaron y persistieron: hay baja calidad, falta de tratamiento de aguas residuales y caída de la inversión en el sector, lo cual ha llevado a que no se alcance el objetivo de garantizar el derecho al agua potable y al saneamiento, señala el informe individual del resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2019. Leer más.