De acuerdo con cifras oficiales, con las plantas se logra una cobertura del 57 por ciento de las aguas residuales municipales de toda la República Mexicana, pero, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señala que únicamente 34 de cada 100 municipios cuentan con el servicio de tratamiento de aguas residuales.

Ante este panorama, se realizó una controlaría social al Programa de Tratamiento de Aguas Residuales, en la que destacaron importantes hallazgos, como son irregularidad en el uso de los recursos públicos, incumplimiento de las obligaciones de ​transparencia, visitas a campo y el contraste de los reportes oficiales con el estado real de las plantas de tratamiento, además de los riesgos que lo anterior implica para la salud de la población.

Figueroa Torres ejemplificó que en el vertedero de Cerro de la Estrella fueron encontradas grandes cantidades de bacterias coliformes totales y fecales, que de acuerdo con la especialista, provocan problemas de salud entre la población.

Asimismo, señaló como principales problemas la cantidad y calidad del agua y la ausencia de un plan hídrico integral.

Desde 2011, el Gobierno federal destinó recursos millonarios para construir, operar y rehabilita las plantas de tratamiento de la cuenca de los ríos Amecameca y de La Compañía, además de la subcuenca de Xochimilco, Tláhuac, Milpa Alta y sus afluentes, pero “los recursos no se aplicaron responsable y claramente”, acusaron.

Por ello, dijo Figueroa Torres, sospechar de corrupción.

El doctor Oscar Monroy Hermosillo, del departamento de Biotecnología de la UAM- Iztapalapa y presidente de la Comisión de la Cuenca de los Ríos Amecameca y La Compañía, Profesor investigador adscrito a la misma institución educativa, indicó que además el agua residual se vierte en los ríos “que ya se convirtieron en drenajes” y esa agua es enviada a los distritos de riego de la Ciudad de México.

70% DEL AGUA EN MÉXICO ESTÁ CONTAMINADA

Por si fuera poco, a través de un comunicado los especialistas destacaron, entre otros puntos, que:

-En México, más del 70 por ciento de los cuerpos de agua presentan algún grado de contaminación.

-En 371 de los 653 acuíferos del país la Conagua no evaluó la calidad del agua.

-Sólo se vigiló el 1.7 por ciento, o sea, 4 mil 680 de las extracciones del subsuelo, del total de 275 mil 300 concesiones registradas.

-No se inspeccionaron las descargas de aguas residuales en 5 de cada 6 acuíferos, lo cual hace muy difícil saber a ciencia cierta cuánta del agua residual se vierte sin tratar a los ecosistemas, y dimensionar los riesgos que esto implica para la salud de la población.

-La Conagua no dispuso de la información histórica sobre la disponibilidad de agua subterránea, por lo cual la Auditoría Superior de la Federación (ASF) utilizó los registros del banco de datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

-La Conagua no dispuso de un sistema contable que le permita estimar los costos por metro cúbico de agua tratada, ni el costo promedio para la construcción, rehabilitación y ampliación de las plantas de tratamiento.

-La Conagua no acreditó que los subsidios se utilizaran para construir, rehabilitar y ampliar la infraestructura de tratamiento de aguas residuales, lo que pone en riego la disminución de los altos niveles de contaminación del agua, en perjuicio de millones de habitantes en localidades rurales y urbanas del país.