Ministro defiende represa amazónica y afirma que es prioritaria para Brasil

08 abril 2011

8 de abril de 2011

La represa hidroeléctrica de Belo Monte, un gigante de concreto que se construye en la Amazonía y que una comisión de la OEA intenta detener, es una “prioridad impostergable” para Brasil, dijo hoy el ministro de Energía, Edison Lobao.

“Belo Monte se estudia desde hace 30 años, ha sido ampliamente debatida a lo largo de esas décadas y para el Gobierno es prioridad, porque es parte de la solución” que garantizará al país la energía que necesitará en el medio plazo, afirmó Lobao en un programa emitido por una red de radios oficiales.

Lobao aseguró que “el mundo aplaude la capacidad de Brasil de generar energía limpia”, pero no comentó las críticas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA, que esta semana pidió que las obras de la represa sean detenidas de “inmediato” por su posible impacto medioambiental y social.

Según han denunciado indios y campesinos que viven en las riberas del río Xingú, en el estado amazónico de Pará, donde se levantará el inmenso muro de concreto, la represa causará daños irreversibles al ecosistema y obligará a desplazar a unas 50.000 personas.

El Gobierno, que consideró “precipitada e injustificable” la solicitud de la CIDH, afirmó que antes de comenzar las obras hizo todas las consultas necesarias con la población de la zona y que además cuenta con todos los permisos medioambientales indispensables para llevar adelante el proyecto.

Belo Monte, que será la tercera mayor hidroeléctrica del mundo después de la china de Tres Gargantas y la paraguayo-brasileña de Itaipú, deberá comenzar a operar en 2015 y su construcción fue encargada a un consorcio público-privado de empresas brasileñas, a un costo de unos 10.600 millones de dólares.

La represa tendrá una capacidad de generación máxima de 11.233 megavatios, aunque en las meses de seca del río Xingú, que pueden ser hasta cuatro por año, no tendría garantizada el agua necesaria para funcionar.