Monterrey.- El proyecto Monterrey VI se integra a una visión del desarrollo que es a la vez sostenible y sustentable, y su ejecución permitirá a Nuevo León enfrentar los problemas de planeación de su futuro sin lastres o limitaciones como la escasez de agua, dijo Fernando Gutiérrez Moreno.

El secretario de Desarrollo Sustentable dijo que el proyecto delineado por autoridades estatales y federales evidencia “una visión del siglo XXI que busca resolver el problema del abasto de agua de una forma integral y completa. ¿En qué sentido? En el de que busca traer a la ciudad agua de una cuenca que no está siendo agotada en este momento”.

La cuenca del Pánuco, dijo, no está ni deteriorada ni padece problemas de explotación como otras muchas. “Es la solución del siglo XXI que permitirá a Nuevo León un crecimiento de su economía y de la calidad de vida de su gente”.

Un valor adicional, dijo, es que por el esquema financiero bajo el que se construirá, el costo global del proyecto será menor que el de todos los proyectos anteriores.

“Mucho tiene que ver el hecho de que no hay agua más cara que el agua que no se tiene”, dijo. En este sentido, Monterrey VI permitirá liberar de presión al área metropolitana y eso tiene un valor incalculable en términos de sustentabilidad en el largo plazo.

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Un legado en números negros

Históricamente, la ciudad de Monterrey ha vivido sus más de cuatro siglos enfrentada a conflictos con el agua: cuando hay poca, ocurren crisis de escasez, y cuando ataca con violencia, los problemas son de otro tipo.

Pero desde que la ciudad empezó a crecer al impulso de su vocación industrial, a fines del siglo XIX, su población la ha mantenido más a menudo con problemas de escasez.

Fernando Gutiérrez Moreno, secretario de Desarrollo Sustentable, dijo que durante el siglo XX, los distintos proyectos de infraestructura buscaron atenuar los problemas de abasto, con éxitos muy racionados y temporales: desde la primera red de distribución hasta las presas que se han construido, han buscado acabar con un déficit crónico del valioso recurso.

“Ésta será la primera ocasión histórica en que una administración deje a las siguientes, en términos de economía hídrica, un superávit. Será cosa de saberlo administrar para generar más riquezas”, dijo.