El proyecto fue presentado el 18 de diciembre de 2008 y lo resolvió la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de Semarnat, el 31 de marzo de 2008, cuando consideró que no era ambientalmente viable para la zona donde se presentó.
En marzo, organizaciones ambientalistas se pronunciaron contra las intenciones de Pemex y expresaron su solidaridad, en el marco de la reunión nacional de Red Manglar Internacional contra el proyecto de Petróleos Mexicanos para perforar 13 pozos exploratorios en el Área de Protección de Flora y Fauna “Laguna de Términos”.
Marea Azul y Red Manglar México afirmaron que se oponían a la autorización para la rehabilitación de 6.230 kilómetros del camino municipal La Veleta, además de la construcción de un camino complementario de 228 metros, la construcción de una pera de perforación, una presa de quema y la perforación del pozo Altamonti-1.
“A pesar de que el área tiene status Ramsar y que ha quedado claramente establecido en el Programa de Manejo del APFF “Laguna de Términos”, que la infraestructura petrolera se tendría que limitar a la ya existente y de que no puede crecer dentro de la reserva, sino únicamente limitarse a dar mantenimiento, la empresa continua gestionando la autorización para la exploración y perforación de pozos dentro del Area de Protección de Flora y Fauna”, indicó.
“La Redmanglar Internacional, sección México, frente al vacío de justicia ambiental que existe actualmente en nuestro país y la necesidad de disponer de especialistas en su aplicación, se decide apoyar como una prioridad, la iniciativa para la creación de los Tribunales Ambientales Federales, presentada ante el Congreso de la Unión, por la diputada federal por Nayarit, Maria Eugenia Jiménez Valenzuela, la cual ha sido avalada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y esta siendo discutida en la actual sesión del Congreso, ya que consideramos que de ser aprobada redundará en la conservación de la riqueza natural y del bienestar social del país”, puntualizó.
En la Declaración de Zihuatanejo, los ecologistas manifestaron su solidaridad con Marea Azul, una organización ambientalista regional.

Totalmente prohibido
POR ESTO! publicó el nueve de febrero que además de afectar grandes manchones de manglar, Petróleos Mexicanos pretende ampliar y pavimentar un camino aledaño a vestigios prehispánicos para perforar el pozo Altamonti-1, en la zona oeste del Area de Protección de Flora y Fauna “Laguna de Términos”, donde está prohibido “desarrollar actividades contaminantes”.
La empresa paraestatal petrolera presentó el estudio ambiental para el proyecto “Acondicionamiento de camino y construcción de localización para la perforación direccional del pozo exploratorio Altamonti-1”, del que ahora pretende obtener entre ocho y 11 millones de pies cúbicos diarios de gas natural, y no gas y aceite crudo ligero o condensado, como informó en 2004.
Esta vez, Pemex sólo pide autorización para la rehabilitación de 6.230 kilómetros del camino municipal La Veleta, que incluye ampliar el ancho a 10 metros, con siete metros de corona (seis metros fueron en 2004), cuando ahora apenas llega a los cinco metros; la construcción de un camino de 228 metros, la construcción de una pera y una presa de quema y la perforación del pozo Altamonti-1
Según la Manifestación de Impacto Ambiental, modalidad particular (MIA-P), presentada el 18 de diciembre, a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales -que la mantuvo más de un mes en secreto-, la compañía petrolera mexicana invertirá 131 millones 600 mil pesos en estas obras.
“Del monto anterior, para la perforación del pozo corresponden 120 millones de pesos, y para obras complementarias, tales como el acondicionamiento del camino municipal La Veleta y la construcción del camino de acceso al pozo, 11 millones 600 mil pesos”, detalló.
Aunque en el texto de la MIA-P, elaborado esta vez por el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), la paraestatal negó en repetidas ocasiones que se vaya a afectar el manglar existente en la zona, a lo largo de los 6.230 kilómetros del camino La Veleta existen manchones de esta especie protegida, principalmente de mangle rojo, a los lados, que resultarán afectados con la ampliación de esta vía.
Descartó también afectar la hidrodinámica de la zona e incluso, se atrevió a afirmar que mejoraría la circulación del agua, pero ahora sólo plantea colocar 16 alcantarillas dobles y seis puentes tubulares en el tramo que “acondicionará” de La Veleta, cuando en el 2004 propuso y le fue autorizado colocar 23 alcantarillas y 10 puentes tubulares en los mismos 6.230 kilómetros.
El estudio ambiental reveló también que “durante la visita de campo al sitio del proyecto, se localizaron probables vestigios arqueológicos aledaños al camino municipal La Veleta, aproximadamente en el kilómetro 4+056, a 2.5 kilómetros de distancia del sitio donde se pretende construir el camino de acceso, la presa de quema y la pera del pozo Altamonti 1, con rumbo al suroeste”.
“En el presunto sitio arqueológico, se detectaron ocho montículos, lo cuales son llamados localmente como “cuyos”, además de fragmentos de ladrillos y bloques elaborados de concha de caracol. Cabe mencionar que se realizó entrevista con el Centro INAH Tabasco, se les enviaron coordenadas y fotografías, corroborando verbalmente y a reserva de una inspección, que se trata de un centro de urbano; pero indicaron que por jurisdicción, el sitio tendría que ser atendido por el Centro INAH Campeche, el cual ya había sido notificado, pero aún no se tiene respuesta. Las coordenadas UTM donde se encuentran los montículos son X= 563 568 Y=2 057 416”, precisó.
El pozo Altamonti-1 estuvo incluido en el proyecto denominado “Desarrollo de 13 pozos exploratorios ubicados en zona de manejo intensivo del Area de Protección de Flora y Fauna “Laguna de Términos”, autorizado irregularmente por la Semarnat, el 21 de septiembre del 2004, al organismo subsidiario Pemex Exploración y Producción (PEP).
Treinta y dos meses después se venció el plazo para perforar los pozos exploratorios, por lo que la compañía petrolera mexicana solicitó la ampliación de la vigencia de la autorización otorgada, pero la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de la Semarnat determinó que “no acreditó satisfactoriamente el cumplimiento de las condicionantes 2 y 3 establecidas en el oficio resolutivo” y rechazó la solicitud.