Obsoleta, mitad de red de agua potable en Ciudad Juárez

26 junio 2008

 

Javier Arroyo
El Diario

26 de junio de 2008

La mitad de la tubería de agua potable en la ciudad  tiene más de 25 años instalada, es decir, terminó su vida útil, y por ello presenta fugas constantes y taponamientos informó el presidente de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), Ernesto Mendoza Viveros.

El funcionario agregó que al menos el 25 por ciento de la red tiene más de 40 años de antigüedad y dijo que no existe prepuesto para hacer los reemplazos que se requieren.

“Son cinco mil kilómetros de tubería en toda la ciudad, la mitad, unos 2 mil 500 kilómetros está en tiempo ya de reposición y en una parte hay de más de 40 años de antigüedad”, dijo el funcionario.

Mendoza Viveros indicó que la zona del Centro viejo de la ciudad es donde se tienen mayores problemas porque prácticamente toda la red está dañada.

Explicó que en la época de calor se tiene que inyectar mayor presión al sistema para poder llenar los tanques de las zonas altas y es cuando se incrementan las fugas “hasta en un diez ó 20 por ciento”.

Señaló que la mala condición de las tuberías ha ocasionado al menos tres fugas importantes en lo que va de esta temporada, la última de ellas en la colonia Toribio Ortega, con afectaciones de baja presión a extensas zonas habitacionales en el poniente de la ciudad.

Sin embargo, el presidente de la JMAS aseguró que más preocupante que las tuberías que están fallando y presentan fugas, es el hecho de que no hay presupuesto para resolver de fondo el problema.

“Las fugas, las que sean las reparamos y con muy buena capacidad de respuesta, pero preocupa más el deterioro que sigue teniendo la red sin que tengamos capacidad de reemplazarla”, expresó el presidente de la JMAS.

Consideró que cada año se irá incrementando el deterioro de la red sin que exista un presupuesto importante para revertirlo.

“Nosotros ahorita estamos por prioridades: primero los colectores para evitar los hundimientos, segundo el saneamiento de las aguas residuales que si no se completa al cien por ciento tendrá muchas consecuencias gravísimas para la ciudad”, agregó.

Mendoza Viveros dijo que son miles de millones de dólares los que se requieren, porque además no se podría pensar en la sustitución de la tubería de agua potable, sin hacer de una vez la del drenaje.

“Ni modo de abrir todas las calles de la ciudad nomás para una cosa y luego salir después que tenemos que volver para sustituir el drenaje; hay que hacer las dos cosas a la vez y no hay ahorita presupuesto que alcance”, señaló el titular del organismo descentralizado.

Indicó que aunque no hay grandes presupuestos para la red de agua potable se han realizado algunas inversiones, para sustituir por ejemplo, 70 válvulas que pueden costar hasta 80 mil pesos las de mayor tamaño.

El funcionario informó que actualmente, por la demanda, se están bombeando en toda la ciudad hasta 6 mil 800 litros por segundo “que es un caudal enorme de agua” con 162 pozos funcionando.

Agregó que en todas partes hay problemas pero ejemplificó con la red que sale de la batería de pozos de la zona de Misión de los Lagos, con cerca de 500 litros por segundo y que  tiene una tubería que debe subir 180 metros de desnivel y recorrer 15 kilómetros.

“Esas tuberías, con diámetros hasta de 90 centímetros fueron construidas en el 82 u 83, tienen 26 años por lo que tienen oxidación por fuera y por dentro desgaste y corrosión, además de obstrucciones, con una capa metálica ya muy delgada”, expresó.

Explicó que lo que debe hacer la JMAS es bajar la presión, generando que se reduzca el abasto de agua en cada llave “para evitar que nos sigan reventando las tuberías”.

El titular de la JMAS indicó que como las tuberías no van en línea recta, la presión del agua erosiona las partes en que se generan las vueltas o desniveles.

“En las partes en donde da vuelta el agua hay unos macizos de concreto para soportar el golpe y para cambiar esas partes es muy complicado abrir el concreto, liberar la tubería y reemplazarla”, dijo Mendoza Viveros.

Aseguró que en comparación con otras ciudades de la república se da una atención rápida a las fugas.

Además -señaló- se cuenta con un sistema de monitoreo que permite detectar las caídas de presión para ubicar fugas que de otra forma no serían evidentes, ya que la mayor parte del suelo de la ciudad es arenoso, lo que origina que las fugas no broten, sino que se filtren al subsuelo.

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