Orizaba bajo el agua, historias tras Ernesto

14 agosto 2012

* Un trabajador municipal desaparecido, casas llenas de lodo, y basura y el corazón veracruzano, ese que no espera que se activen programas para salir y apoyar a sus paisanos es el clima que se vive tras el paso de la tormenta tropical

14 de agosto de 2012
Fuente: El Universal Veracruz 

“No sabemos donde está, ese día lo arrastro el agua”, lamenta un familiar de Marco “N”, orizabeño desaparecido tras el desbordamiento del río Orizaba debido a la tormenta tropical Ernesto por Veracruz.

Marco es trabajador del ayuntamiento de la ciudad en la Dirección de Finanzas, de 53 años de edad y su casa se encuentra en la calle 18 poniente de la colonia Unión Obrera.

Su casa se localiza junto al río de la ciudad en la zona norte de La Pluviosilla como se conoce a la ciudad.

La madrugada del viernes 11 de agosto se desbordó. De acuerdo a datos oficiales de los reportes preliminares del ayuntamiento de Orizaba son 200 familias afectadas en 140 hogares de la avenida Poniente 18 y calles cercanas.

La entrada a su hogar es un pasillo que después de algunos metros divide dos viviendas, a la izquierda se encuentra una serie de cuartos donde habitan cerca de tres familias, a la derecha su casa de dos pisos.

En la continuación del pasillo de su casa se encuentran unas escaleras que finalizan en un espacio que los separa unos metros del río. En los alrededores, además, se encuentran resguardadas especies animales para el disfrute de la población: aves, monos y jaguares.

 

El pasado sábado 11 de agosto previo a la visita del gobernador del estado, Javier Duarte de Ochoa, a la zona afectada, en la vivienda de Marco, se encontraban familiares recogiendo lodo y basura de su hogar. Según ellos no buscan retribución de bienes materiales, las palabras son pocas, pero el objetivo es único: encontrar a su familiar.

“Viene el gobernador pero lo que nos importa es encontrar a nuestro hermano, espero pueda ayudar”.

“Ahí en la casa de el contador tienen un desaparecido, no sabemos quien es, pero dicen que se lo llevo el río en la noche”, comentan diferentes vecinos de la Poniente 18.

La calle finaliza en el puente La Borda, las dos cuadras se encuentran llenas de lodo y agua. En el lugar se encuentra maquinaria para colaborar en la limpieza del lugar así como grupos de apoyo gubernamental y social.

Sobre este caso el presidente municipal  de Orizaba, Hugo Chanín, se comprometió a encontrar al colaborador de su administración. “El alcalde giró instrucciones para realizar una búsqueda intensiva del trabajador municipal y ordenó que no se suspendiera la búsqueda hasta encontrar algún rastro del mismo”, se publicó en un comunicado del ayuntamiento orizabeño.

Población afectada

Una gran parte de casas son ocupadas por más de dos familias. Por su extensión son cuarterías donde la familia propietaria le rentar algún inquilino o incluso se mezclan familias. En muchas de ellas conviven no solo el núcleo familiar sino también tíos, sobrinos, abuelos e incluso ahijados.

Los daños en casas son la constante de aquel punto orizabeño luego del paso de la tormenta tropical Ernesto. Paredes agrietadas, ropa húmeda, enceres domésticos inservibles, juguetes tirados, algunos carros varados en patios de hogares contiguos al río.

La otra constante del fenómeno es el apoyo social entre vecinos y ex vecinos del lugar. La comida es poca y los vecinos que conservaron algunos electrodomésticos cooperan cocinando atole, arroz con leche, café, arroz o tamales.

Señoras con ollas y vasos caminan con el lodo hasta los tobillos para ofrecer algún alimento o bebida a un vecino.

Apoyo veracruzano tras el desastre

Algunos de los cooperantes son antiguos lugareños, como es el caso de la enfermera jubilada Blanca Estela Morales Santibañez:

“Yo aquí viví como tres años y vine a ver a los señores de aquí, y la verdad está muy feo. Lo que se necesita es comida. Una amiguita y yo que vivíamos acá les trajimos comida y les dimos a los trabajadores y lo que hace falta es comida. Yo ya no vivo acá pero necesitábamos apoyar”.

Blanca, vivió en la casa de la señora Jimena, una de las primeras de la Poniente 18, donde sufrieron la perdida total de sus bienes materiales. En su patio se encuentran tres autos, uno abandonado y dos mas permanecen atascados metros adelante.

“Se salió el agua del río, se atrancó un tronco y empezó a correr el agua”, narró la señora Jimena, quien tiene un hijo que fue hospitalizado debido al desbordamiento del río.

“A mi hijo lo arrastro por un duraznito- árbol- que estaba ahí atrás, ya ahorita esta estable”, explicó.

El hijo de la señora trabaja, también, en el ayuntamiento de Orizaba, aseguró su padre.

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