La afirmación del título de este post, que parece muy alejada de la realidad y que según en qué contexto la formules puede ser tomada a broma, en realidad no lo es. Por citar un ejemplo, en la Índia, uno de los países más poblados del planeta, este dato es totalmente cierto y constatable, tal y como publicó hace unos años el diario El Mundo.
Más personas en el mundo con teléfono móvil que con acceso a un lavabo
20 junio 201720 de Junio 2017
Fuente: iAgua
Nota: Xavi Duran Ramírez
La afirmación del título de este post, que parece muy alejada de la realidad y que según en qué contexto la formules puede ser tomada a broma, en realidad no lo es. Por citar un ejemplo, en la Índia, uno de los países más poblados del planeta, este dato es totalmente cierto y constatable, tal y como publicó hace unos años el diario El Mundo.
Algo tan normal para nosotros como disponer de un váter limpio, con agua y jabón en casa, en la escuela o en nuestro lugar de trabajo no es tan común en latitudes lejanas, sobre todo en zonas rurales de países subdesarrollados donde muchas veces no se dispone de un váter, ni mucho menos de un sistema de saneamiento que permita una gestión higiénica y sostenible de los residuos, algo que a la larga puede provocar una contaminación de los acuíferos naturales y la consecuente transmisión de numerosas enfermedades transmitida por el agua en mal estado como la diarrea, la disentería, el tifus, el cólera o la hepatitis A.
Las cifras aún nos apremian para actuar de un modo más efectivo y ágil al respecto, ya que 2.400 millones de personas sufren las consecuencias de un inexistente sistema de saneamiento.
“No disponer de saneamiento provoca la contaminación de los acuíferos y la transmisión de enfermedades como diarrea, la disentería, el tifus, el cólera o la hepatitis A”
Sistemas de saneamiento autosuficientes
La empresa alemana 3P Technik ha elaborado un proyecto, conocido como Sani Solar, que permite la implementación de sistemas de saneamiento descentralizados, sin necesidad de estar conectados a una red de agua. El sistema es bastante sencillo y físicamente se parece a los lavabos habilitados para cubrir las necesidades fisiológicas de las personas que asisten a grandes eventos u que trabajan en obras. Sin embargo, Sani Solar es una instalación descentralizada, muy apropiada para áreas rurales en climas áridos. Por lo tanto, este proyecto es más eficaz en entornos poco húmedos, con una intensa radiación solar y con una elevada evaporación.
En el momento del uso, se dispone de una red separativa en función de si orinas o defecas. El rechazo de lo que tu cuerpo expulsa se almacena en una serie de pequeños contenedores donde se secan las heces y que se tienen que vaciar de un modo sencillo cada cinco meses (calculando, de media, un uso diario para cinco personas). En lo que respecta a la orina, ésta es conducida hacia una unidad externa de secado, donde posteriormente se convierte en fertilizante. Todo esto sin agua, ni energía eléctrica ni ningún producto añadido. El resultado es sorprendente, ya que 600 kilos de heces y orina se convierten en 16 kilos de un residuo seco que se convierten en 9 kilos de fertilizante.
“El proyecto Sani Solar, apropiado para entornos poco húmedos, no requiero agua, ni energía eléctrica ni ningún producto añadido”
Filtro que evita el acceso de insectos
Es muy habitual, cuando usamos lavabos móviles en lugares calientes (cerca de la playa), que con las elevadas temperaturas se congreguen en este espacio toda clase de insectos. Con Sani Solar se resuelve también este inconveniente, ya que en la parte superior de la instalación hay un filtro que, por un lado, permite facilitar la ventilación y, por el otro, evitar la entrada de insectos y en consecuencia la transmisión de enfermedades
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