Planear las ciudades desde el enfoque de cuenca: entrevista a Helena Cotler

12 diciembre 2014

 

Ingeniera Agrónoma por la Universidad Nacional Agraria La Molina en Perú, cursó la Maestría en Geología de Formaciones Superficiales en la Universidad de Lieja y el Doctorado en Ciencias Agronómicas en la Facultad de Ciencias Agronómicas de Gembloux, Bélgica.

De 1995 al 2001, trabajó en el Instituto de Ecología y el Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México, y sus líneas de investigación se relacionan con erosión de suelos, servicios ecosistémicos y manejo de cuencas hídricas.

AxA: Helena, gracias por aceptar esta entrevista.

Tú has sido promotora del tema de la gestión de cuencas hidrográficas, y tienes una cantidad de estudios impresionantes en ello…¿Cómo planear a partir de ahora las ciudades con esta perspectiva de la visión de cuenca?

H.C.- “Es una perspectiva que se tiene que incorporar porque hay muchas ciudades cuya fuente de abastecimiento más importante es agua superficial. Por ejemplo las ciudades de Xalapa, Tuxtla Gutiérrez, Los Mochis, y varias  más,se abastecen principalmente de ríos y lagos.

Desde ese punto de vista hay que incorporarel cuidado de las fuentes de abastecimiento para estas ciudades. Eso significa cuidar a la cuenca, de donde proviene el recurso de agua para el abastecimiento de agua ahora y del futuro.

Muchas de estas ciudades intermedias que presentan crecimientos mayores persentan fuentes de abastecimiento mixto (superficial y subterránea)  y están teniendo problemas no solamente en términos de cantidad, sino de calidad.

Una buena planeación urbana debe ir  dirigida justamente hacia la conservación de las fuentes de abastecimiento del recurso hídrico. Entonces ya va siendo tiempo desde ahora que la planeación urbana, todo el crecimiento municipal esté pensado en términos de no estar impactando a las áreas donde se recarga, donde se abastecen las ciudades.

Ello nos lleva a un enfoque de reconocer las funciones que cumple una cuenca. Donde una de las más importantes es la posibilidad de regular los eventos extremos. Queremos que la cuenca regule estos eventos, y desfase un poco la precipitación y el crecimiento de los ríos. Una cuenca desforestada no tiene esa capacidad: llueve y viene la avenida. Una cuenca bien trabajada, llueve muy fuerte y la cuenca tiene la posibilidad de hacer un desfase de varios días para que la avenida se vaya controlando. Entonces también queremos que esta variabilidad este regulada y que venga agua de buena calidad.

Hay un estudio en Estados Unidos que muestra que cuando se tiene el 60% de vegetación natural se puede ahorrar más del 200% en términos de potabilización del agua. Eso ya se tiene que empezar a plasmar dentro de la planeación. No es que sea un gasto más. Es algo que vamos a poder ahorrar, es una inversión.

Y hay que empezar a identificar dónde es la recarga de esa agua subterránea, porque siempre acaba superficialmente en alguna parte. Así por ejemplo la Ciudad de México de manera superficial se abastece sobretodo de la serranía del occidente de la cuenca (del  Ajusco, pasando por  la Sierra de las Cruces al Chichinautzin), corredor conocido como Bosque de Agua. Entonces, debemos preguntarnos ¿qué estamos haciendo para proteger esa fuente de abastecimiento de agua? Y sucede que muy poco, porque vemos que el crecimiento urbano sigue invadiendo promovido por las nuevas carreteras .Así estamos autoboicoteandola conservación de nuestras  fuentes de agua. Y después viene muy fácil decir: vamos a hacer un trasvase. Pero no estar planeando las ciudades con un enfoque sustentable de cuenca, nos lleva a este tipo de soluciones que lo único que hacen es pasarle el problema al otro, a generar todavía más externalidades hacia otras zonas.

Eso sucede en la relación entre la Ciudad de México y las subcuencas donde se alimenta el sistema Cutzamala. No nos hemos preguntado  ¿Qué pasa con las actividades del en ese territorio? ¿Qué pasa con todos esos ríos que tendrían que dirigirse hacia   la parte baja dela cuenca del Balsas? ¿Qué pasa con su caudal ecológico si estamos tomando de ahí y trayéndola para acá? Es muy fácil estar en una ciudad, atraer recursos de otras partessin  asumirlas externalidades.

Cada vez la presión con el recurso agua en términos de cantidad y calidad va a ser mayor, y uno de los pasosque se tiene que hacer es  pensar en términos de gestión de la adaptación al cambio climático,donde  las ciudades comiencen a hacer una planeación considerando a su cuenca hidrográfica y protegiendo sus fuentes de abastecimiento de agua.

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AxA: Ante los escenarios de cambio climático, ¿cómo fortalecer la gestión del agua en nuestro país?

H.C.-

En el último estudio del IPCCsobre adaptación reconoce que las soluciones siempre han sido de infraestructura, pero reconoce que tenemos que empezar a migrar hacia una adaptación basada en ecosistemas, es decir basada en los servicios ambientales que los ecosistemas nos están proveyendo. Y eso todavía no se encuentra reflejado claramente en nuestras políticas.

Durante décadas hemos realizado exclusivamente una gestión del agua basada en la infraestructura hidráulica y ahora estamos heredando muchos de los problemas creados por esa gestión., Tenemos muchas de las principales presas, ciudades y distritos de riego en el centro y norte del país donde posiblemente las precipitaciones disminuyan y las temperaturas aumenten.

Tenemos que comenzar a voltear hacia una adaptación basada en ecosistemas que es un poco lo que venía diciendo en la primera parte cómo fortalecemos, cómo mejoramos a los ecosistemas para que logren generar esos servicios que tanta falta nos hacen.

Y hay que comenzar a ser mucho más creativos, salir de esta área de confort para comenzar a llegar a una verdadera adaptación;a adaptaciones planeadas a diferentes niveles que recuperen las medidas de  adaptación  que son autogestionadas, es decir, realizadas por la misma población.

A nivel nacional se tienen que dar las señales correctasen términos de reconocimiento, valoración de los servicios ambientales y luego, la implementación tiene que estar evaluada en función de las condiciones socioambientales locales, porque atender un cierto impacto en Veracruz, no va a ser lo mismo que en Chihuahua. Va a ser muy importante la experiencia local de cómo han ido generando nuevas prácticas de adaptación.

También lo que necesitamos para la adaptación, es comenzar a evaluar todas nuestras políticas públicas en términos de impacto.

AxA: ¿Y cómo hacer partícipe a la ciudadanía?

H.C: “Se requiere de una sociedad mucho más informada: cada vez tenemos más conflictos por el recurso agua por las presas, por los acueductos, por las concesiones. Entonces tenemos que incorporar a la ciudadanía, pero de una manera informada. Y no sólo en términos de consulta; es el darles la información, para que con ella se puedan tomar decisiones.

Para ello se tiene que tener información transparente y no la hay: no tenemos información completa de las concesiones, de los tratamientos, de las descargas, ni de las penalizaciones. Tenemos que fortalecerlo, para poder formar a una ciudadanía.

Los consejos de cuenca siempre se han planteado como instancias de concertación. Es una de las pocas figuras que se tiene a nivel de cuenca. Sin embargo, han sido amarradas y restringidas a unas representaciones de usuarios. El planteamiento sería hacer un reconocimiento más bien territorial.

En lugar de que haya representaciones de usuarios, que sea una representación territorial, por subcuencas.  nosólo como una voz consultiva, sino con voz y con voto.

La cuenca es un territorio, y el consejo de cuenca debería tener una validez territorial, y no de usuarios, donde además tenga un papel prioritario los proveedores del agua, aquellos dueños de terrenos con bosques que son los que proporcionan las condiciones para la infiltración y la recarga.

AxA:  Además me parece que hay una gran riqueza a nivel local en torno a las soluciones. Por ejemplo en las localidades indígenas cuidan sus arroyos y manantiales de agua. La propia comunidad lo autorregula. Pero eso no se ve reflejado en la gran planeación nacional…

H.C.:Históricamente en México la gestión del agua siempre ha sido local y ésa es una lección que debería estar reflejada en los programas y leyes. Las comunidades, ejidos, unidades de riego (sobretodo las bien organizadas) son más aptas de regular correctamente el uso del agua.

AxA: ¿Y cómo verías que a los consejos de cuenca se les otorgara más autoridad, que tuviesen más facultades sancionadoras?

H.C.: “Tienen que tenerlo, tanto punitiva, como jurídica y financiera para que realmente adquiera un papel importante en el territorio.

AxA: Con miras a esta coyuntura que se presenta en el país, de plantear una gran reforma del agua, con una nueva Ley General del Agua, ¿cuáles son los componentes que considerarías imprescindibles, lo que no sería negociable, para una buena gestión del agua?

H.C.:“Uno, el derecho humano al agua. Dos, la parte de las concesiones. Hoy en día no sabemos exactamente los concesionarios del agua, cómo la usa, y cómo la devuelve.

Las prioridades en el uso del agua, es decir qué actividades tendrán prioridad, pienso especialmente en la actividad minera que consume grandes cantidades de agua, y su potencial de contaminación  es muy elevada y el riesgo que estas actividades se realicen en las partes altas de la cuenca, poniendo en riesgo a poblaciones y ecosistemas en la parte media y baja de éstas.

Incorporar al medio ambiente no como un usuario más, sino como proveedor de este servicio; por ello la obligación del caudal ecológico. Nuestros ríos se están muriendo y si los ríos se mueren, se cancelan las posibilidades de recarga del acuífero, y entonces rompemos el círculo.

Otros temas importantes serían el perfil  de los consejos de cuenca; las medidas que se tomarían para incorporar una real  participación social y finalmente la necesidad de pensar en el agua superficial y subterránea como un todo y no gestionarlo de manera separada

Conceptualmente hay todavía debilidades, pero espero que se subsanen con la discusión en las cámaras. Que se escuchen otras voces, que se escuchen otras iniciativas porque sí necesitamos otra ley, pero una que nazca bien. Que no nazca con deficiencias y debilidades. Que nazca pensando en las siguientes décadas, tomando en cuenta el crecimiento poblacional, el cambio climático.

AxA: Tú ya señalas una ventana de oportunidad para el legislativo. En el marco de esta discusión se tendrían que asentar ciertas bases para el diálogo. El interés de la iniciativa Alianza por el Agua precisamente es abrir la discusión a la ciudadanía; proveerles de herramientas de información, y el poder recrear un esquema digital para poder recrear una ley. ¿Qué opinas  de que los partidos políticos y los legisladores se involucren en esta discusión, y que lo tengan como agenda?

H.C.:“Menos mal en México ya se ha venido discutiendo ampliamente entre diversos sectores sobre este tema. Lo que creo es que se deben escuchar a todos los grupos para tener una perspectiva completa. Porque el agua es uno de los pocos recursos que todos utilizamos, y del cual todos dependemos. Y hay muchas perspectivas: hay ingenieros hidráulicos que tienen su perspectiva, hay ecólogos, hay comunidades indígenas que tienen su propio manejo. Lo más importante es escucharlos a todos y que surja algo integral, no un Frankenstein.

Y lo más negociado posible, porque si no, se va  abrir la puerta a conflictos que nunca van a terminar.”

AxA: ¿Y qué se está haciendo desde el INECC en materia de agua con enfoque de cuencas?

H.C.:En el INECC hay muchos estudios relacionados con el tema agua desde distintas perspectivas. “Tenemos un proyecto que se llama “Cuencas Urbanas” a través del cual estamos haciendo un mapeo de todas las ciudades medias, para identificar en qué parte de la cuenca se encuentran, cómo están creciendo, cuáles son sus tendencias. Tenemos tres ciudades piloto: Xalapa, Los Mochis y Tuxtla Gutiérrez, que son ciudades en donde más del 80% de su abastecimiento es de agua superficial.

Queremos demostrar a SEDATU y al resto de las instituciones, que dentro de la planeación urbana se tiene que considerar a la cuenca, la cual  fue tu primera pregunta.

Estamos empezando a trabajar en minería, a partir de la experiencia de Sonora. Hay muchas mineras que tienen potencial de contaminar ríos, y queremos identificar a los principales ríos susceptibles de contaminarse, Y así poder generar instrumentos que permitan al gobierno a monitorear estas actividades para prevenir nuevos accidentes. También en lo que refiere a las prácticas de adaptación al cambio climático, lo cual tiene que ver mucho con el cómo conservar ecosistemas resilientes.

Tenemos otro estudio de las siete subcuencas del Sistema Cutzamala donde identificamos quién usa el agua, cómo la usan, y cuáles son las tendencias de crecimiento por región. A partir de ello, se hace un modelado por subcuencas.

Y eso es lo que nos interesa: ver a la cuenca, no el agua como algo aislado, entender el territorio y qué está pasando con el suelo, con la vegetación, en términos de servicios ambientales. También que están haciendo las organizaciones sociales, porque también en ese rubro, se ha hecho mucho…”


09 de diciembre de 2014
Fuente: Alianza por el agua

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