Primeros aguaceros de temporada lluviosa entusiasman a los cubanos

26 mayo 2011

26 de mayo de 2011

Por Roberto Morejón

Los campesinos cubanos comienzan a sonreír tímidamente; los ganaderos conducen a las reses hacia las pocas llanuras reverdecidas; los moradores de las ciudades claman porque se desaten más temporales. Todos albergan esperanzas a partir del advenimiento de las primeras lluvias de mayo.

Los retrasados aguaceros han comenzado a reportarse en la mayor de las Antillas en medio de una aguda sequía que amenaza con deprimir aún más los ya exhaustos reservorios de agua, de donde se abastecen las personas, el ganado y los sembrados.

La caída de las primeras precipitaciones correspondientes a la demorada etapa lluviosa era esperada por millones de cubanos, muchos de ellos bajo los efectos de recortes en los horarios de suministro del líquido vital, ante la resequedad de las fuentes por la aguda sequía.

El suministro de agua en La Habana presenta la situación más crítica de los últimos cincuenta años a causa de la ausencia de lluvias y el deterioro progresivo de las redes de abastecimiento.

Más de un millón de personas están perjudicadas por esta situación que amenazaba con agravarse si no llegaban en abundancia los esperados chubascos de mayo y junio, atendiendo a que se registra un déficit de más de 519 mil metros cúbicos por día en la gran ciudad.

La situación se agrava por el deterioro de las redes de abastecimiento, pues 70 por ciento de los más de tres mil 100 kilómetros de tuberías de La Habana se encuentra en mal estado y provoca que se pierda parte del agua bombeada desde los embalses

En los campos, se reporta la depresión de los pastos para el ganado y la pérdida de peso de las reses mientras los campesinos acuden a soluciones de emergencia para evitar una pérdida mayor en sus sembrados.

De todas formas, los habaneros NO se han cruzado de brazos y desde hace tiempo está en marcha un programa para rehabilitar las conductoras con salideros, dilatado en el tiempo a causa de las limitaciones financieras y el bloqueo estadounidense.

En el centro y oriente del país avanza un costoso programa de trasvases de agua desde regiones con promedios superiores de lluvia a las más áridas, en cuyo empeño se horadan montañas, atraviesan ríos y tienden conductoras de grandes longitudes.

El presidente cubano Raúl Castro dijo en referencia a este colosal proyecto hidráulico que está enfilado hacia el presente y sobre todo para el futuro, cuando el agua –dijo- será cada vez un recurso más escaso, sobre todo en una isla larga y estrecha, donde el preciado líquido se pierde en rápidos vertimientos al mar.

Específicamente en la oriental Santiago de Cuba se encuentra en la fase final de ejecución una costosa inversión que solucionará definitivamente el abasto de agua a la segunda ciudad en importancia del país.

Igualmente se trabaja en estudios de peligro, vulnerabilidad y riesgo por intensa sequía, que concluirán en el actual año en cinco provincias de Cuba, y servirán de base para extenderlos progresivamente al resto del país.

Los cubanos NO se resignan a esperar por el regreso de las lluvias y trabajan incansablemente para paliar los efectos de los recurrentes períodos de sequía.