La especialización en desarrollo de estrategias ambientales es remunerada hasta con 50,000 pesos; en México, la mayor demanda se centra en expertos en ahorro de energía, agua y desechos.

19 de junio de 2012

Fuente: CNNExpansión

Por Ivonne Vargas Hernández

Los tiempos en que los profesionales interesados en el medio ambiente eran vistos como ‘extraños’ han cambiado. Hoy se busca a especialistas en control de residuos, ahorro de agua y manejo de energías renovables, entre otros temas, y para sectores tan variados como banca y construcción.

Eso fue lo que encontró el Centro de Análisis Estratégico (Strategic Analysis Centre) de la Comisión de Desarrollo Sustentable de Europa. En Francia, los trabajos orientados a eco-actividades han crecido 4.2% anualmente desde 2004, de acuerdo con datos del organismo.

En México desde hace cinco años, las organizaciones empiezan a reconocer que el medio ambiente no sólo es un tema técnico, también es estratégico para sus planes de desarrollo, explica Federico Llamas, fundador y director de la Universidad del Medio Ambiente (UMA).

El tercer lugar en carreras mejor pagadas en el país lo ocupa Ecología, Ingeniería Ambiental y Ciencias Atmosféricas, con sueldos superiores a los 13,500 pesos, de acuerdo al Observatorio Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STYPS). Aunque esta cantidad puede ser superada.

Según un análisis de la UMA, que incluyó la revisión de ofertas laborales en diferentes bolsas de trabajo, el sueldo para profesionales en este campo llega hasta los 25,000 pesos, y se alcanzan los 80,000 pesos en cargos directivos, con conocimiento de estrategias en medio ambiente.

A pesar de que los egresados de carreras con un perfil ‘verde’ tienen demanda, Federico Llamas afirma que este profesional no escapa del fenómeno presente en todas las carreras: la especialización.

Es decir, hay campo de trabajo para ingenieros que combinen conocimientos de seguridad e higiene aplicados al manejo de agua y desechos. Esa preparación, sin embargo, no garantiza “influir” en la estrategia ambiental de una empresa, por ejemplo, determinar qué estrategias ambientales sacar al mercado y es en esta actividad donde aumenta la remuneración.

En México, compañías como Walmart, HSBC y Banorte cuentan con su departamento de sustentabilidad. En el caso del último banco, el área está integrada por al menos 10 personas que laboran en el desarrollo de prácticas ambientales, platica Llamas.

Lo importante, dice, es no quedarse en cómo manejar un plan de agua, sino trabajar en identificar qué oportunidades se abren para la empresa en este tema.

Uno de los grados de especialización a los que ha llegado una carrera verde, como ingeniería ambiental, es la ecología industrial. Esta rama propone que los residuos de una compañía se conviertan en insumos para otra.

“La sustentabilidad ha pasado de ser algo alternativo (…), en que sólo un margen de la población le interesaba hacer esto por moda, a una necesidad”, comenta.

Hoy, las empresas deben presta atención a este ámbito para asegurar su posicionamiento y fortaleza a largo plazo. Si no lo hacen, “están en riesgo de no ir, a la par, de lo que el mercado pide”, explica el director de UMA.

Federico Llamas comenta que no es indispensable haber cursado una licenciatura en este tema para desempeñarse. Hay abogados, administradores y arquitectos (por citar algunos casos) que hacen propuestas y negocian problemas ambientales en sus empresas, cursando una programa adicional a sus carreras.

Un camino atractivo para estos profesionales es la consultoría. Llamas asegura que el mercado mexicano apenas va en desarrollo de expertos en el tema. Quien tiene el conocimiento ‘a la mano’ puede cobrar entre 1,000 y 3,000 pesos la hora de asesoría, según su grado de expertise.

La mayor demanda, explica, se concentra en especialistas en materia de energía porque es en este sector donde se mueve la mayor inversión y desarrollo tecnológico en el país.

Le sigue manejo de agua y desechos, “aunque esto último es un tema muy politizado en el país”, agrega el fundador de UMA.

La tendencia verde ha llegado a los planes de estudios con carreras y especialidades: Ingeniería Ambiental (Instituto Politécnico Nacional, Universidad del Valle de México, Universidad Autónoma Metropolitana, Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla), Ingeniería Forestal (Universidad Autónoma de Chapingo, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla), Ingeniero en Desarrollo Sustentable (Instituto Tecnológico y de Estudios superiores de Monterrey, Universidad Autónoma de San Luis Potosí) y Ciencias Ambientales (UNAM). Un caso particular es la carrera Urbanística y Medio Ambiente (Universidad de Guadalajara).

De acuerdo con Van Jones, autor del libro The Green Collar Economy, estas son algunas profesiones ‘verdes’ con importante futuro:

Agricultor y comercializador de productos orgánicos. En Estados Unidos, la edad promedio de un agricultor es de 55 años, así que algunos centros de estudios ofertan programas enfocados a promover estas actividades laborales. Un ejemplo es la Universidad de Vermont, con sus especialidades en el Center for Sustainable Agriculture.

En México, el mercado interno de productos libres de agroquímicos está en una etapa incipiente y es poco apoyado, dice Rita Rindermann, investigadora de la Universidad Autónoma Chapingo.

Aunque en vías de desarrollo, es un nicho importante porque los consumidores que buscan estos productos van en aumento. La Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo ofrece una Ingeniería en Agronomía para la Producción Sustentable.

Constructores sustentables. Organizaciones como Energy Efficiency Builder Buildings, en Estados Unidos, agrupan a 43,000 profesionales, principalmente arquitectos e ingenieros especializados en construir edificios sustentables.

En ese país algunas universidades con programas de ese tipo son la de Arizona, con su Energy Performance Climate-Responsive Architecture.

En México, la UMA ofrece una maestría en Arquitectura, Diseño y Construcción Sustentable, además de un master en Administración de Empresas Socio Ambientales y uno más en Derecho Ambiental y Política Pública.