El director de la asociación, Rodrigo Migoya von Bertrab, expuso que, sin duda, una de las principales amenazas a los recursos hídricos de la Península de Yucatán es la contaminación de que han sido objeto muchos pozos y cenotes, debido a que muchos son utilizados como basureros.

Otro problema, explicó, es la mala disposición de residuos y deshechos en granjas porcícolas, así como el vertimiento de aceites y metales pesados al subsuelo.

Por esa razón, desde 2011 se empezó a incluir en la agenda del organismo, acciones para tratar de concientizar sobre la necesidad de cuidar los ojos de agua, así como los pozos artesanales que todavía son usados en muchas comunidades.

“En el caso de los maestros, las acciones iniciaron desde el año pasado y tienen como objetivo capacitarlos sobre la importancia que tienen los pozos y los cenotes para el futuro de la cantidad y calidad del agua en esta región”, subrayó.

Indicó que ya trabajan en varias escuelas, la mayoría ubicadas en lo que es la zona de la Reserva Ecológica de Cuxtal, en la ciudad de Mérida, que es donde viene el 50 por ciento del líquido que se suministra a la capital yucateca.

Comentó que también se labora con los niños y mujeres que cuando se dan las pláticas de programas oficiales como Oportunidades “aprovechamos un espacio para platicarles de la necesidad de cuidar el agua”.

“Les pedimos que tengan conciencia del valor de sus pozos, y muchos responden de manera positiva porque han tenido problemas cuando éstos han quedado sucios”, agregó Migoya von Bertrab.

Aseguró que han hecho estudios en esa Reserva Ecológica, los cuales indican que por lo menos el 30 por ciento de los pozos que existen en ese sitio, necesitan de acciones urgentes de saneamiento y hay bases para creer que el problema es similar en otros puntos del territorio estatal.

“El problema es que como ya en gran cantidad de casas llega el agua entubada, pues la gente descuida sus pozos y no vigilan que estén limpios y lo mismo sucede con los cenotes, como ya no son fuente de suministro, entonces les dan uso como tiraderos”, expresó.

Sin embargo, continuó, lo que la gente olvida es que un desastre natural, como un huracán podría impactar el suministro de agua entubada y entonces, cuando quieran usar los pozos, pues estarán sucios y ellos también estarán en problemas.

Por ello, la apuesta es usar las aulas como un centro de difusión del cuidado de esos pozos, y hasta ahora, ya son más de 50 escuelas en las que se han logrado acercamientos para inmiscuir a los profesores en la necesidad de educar en la cultura del cuidado del agua.

20 de marzo de 2013
Fuente: Ciudad y Poder