Rechazan desalojo; ignoran a Conagua

06 noviembre 2008

Reforma, estados / 6 de noviembre 2008
Carlos Marí, corresponsal

JONUTA, Tab.- Más de mil 400 personas de los alrededores de esta ciudad rechazaron ser evacuadas por el Ejército, la Marina y Protección Civil del estado, pese a la advertencia de la Comisión Nacional del Agua de que la zona puede inundarse.

La dependencia reportó que hay riesgo de que colapse el bordo que actualmente protege de la creciente del río Usumacinta en la zona.

"Nadie quiso salir de sus casas y lo único que nos piden es que les traigamos despensas", dijo al término del operativo, el director de Protección Civil del estado, Rúrico Domínguez.

El municipio de Jonuta es, junto con el de Centla, uno de los más afectados por desborde del Usumacinta registrado desde hace tres semanas.

Aún cuando este caudaloso río empezó a disminuir su nivel en la última semana, todavía mantiene inundadas más de 400 mil hectáreas y unas 45 localidades.

El pasado martes por la noche, el Consejo Estatal de Protección Civil determinó el desalojo de 229 habitantes de la Colonia 5 de Mayo, 600 de la ranchería El Sacrificio y otras 605 de la Federico Álvarez, luego de analizar un reporte que emitió la Conagua, en el que advirtió que esas localidades están en riesgo por el daño que ha causado la corriente del río a un bordo de protección.

Ayer, al filo del medio día, llegaron de sorpresa a esos lugares, los soldados y marinos a bordo de camiones, con los que esperaban trasladar a los pobladores y sus pertenencias a los albergues, previo convencimiento de personal de Protección Civil, tanto del gobierno estatal, como del municipal, pero las brigadas salieron con las manos vacías.

En la ranchería El Sacrificio, el rechazo al desalojo quedó asentado en un escrito firmado por su delegado municipal, Albino Morales.

"El delegado desde que llegamos nos entregó un acta responsiva, donde nos aclara que la gente de ese pueblo no acepta salirse de sus casas porque consideran que la creciente no pasará a más y lo que nos piden son despensas, pues muchas familias están todavía entre el agua" refirió Juan Ceballos, director de la unidad municipal de Protección Civil.

Domínguez refirió que de las tres localidades, la Colonia 5 de Mayo es la que enfrenta mayor riesgo, porque está en un tramo de "recodo" del río, donde el bordo recibe el golpe de la corriente.

Ahí apenas fueron cuatro familias las que aceptaron salir.

Los habitantes además de rechazar la evacuación, reclamaron que cuando se desató la creciente del Usumacinta, hace tres semanas, no fueron auxiliados.

"Ahora, ya para qué, si cuando el agua rebasó el bordo y queríamos salir en realidad, nadie nos vino ayudar", expresó Leydi Santos López a Rúrico Domínguez.

"Lo que sucede es que la gente, al ver que el río ha bajado considerablemente y ven que ya no hay agua en sus calles, nos dicen que creen que hay riesgo, pero nosotros pretendíamos una evacuación preventiva por cualquier riesgo que pudiera haber, aún cuando el río está bajando", justificó el funcionario.

Al filo de las 14:00 horas, el director de Protección Civil decidió suspender el operativo, en tanto que la subdirectora Técnica de la Conagua en Tabasco, Angélica Mata, reiteró de existe riesgo de que la creciente continúe en los municipios de Centla y Jonuta, porque "hay mucha agua en la cuenca del Usumacinta que viene escurriéndose desde Guatemala".

Así lo dijo

"El delegado nos entregó un acta donde nos aclara que la gente de ese pueblo no acepta salirse porque consideran que la creciente no pasará a más".

Juan Ceballos

Director municipal de Protección Civil

'Cuando llegue el río, salimos'

Carlos Marí

JONUTA.- Por las calles de la Colonia 5 de Mayo las brigadas de Protección Civil recorren alertando a los habitantes de que deben de abandonar sus casas.

Les explican de casa en casa que la creciente puede romper un bordo que ya averió la corriente del Usumacinta, pero la mayoría se niega a convencerse de esa advertencia y sólo algunos toman previsiones.

"De nuestras casas no salimos, tenemos que ver si entra el río, cuando lo haga, pues ya será que salgamos, pero tampoco me confío, y por eso, es que estoy levantando mejor mis cosas", dice Lázaro Cruz.

Hace una semana, las aguas del Usumacinta que inundaron las calles de esta colonia, cedieron.

"Nos unimos para llenar costales de arena y reforzar el bordo, pero no entiendo cómo es que nos dicen que ahora que baja el río, puede romper el bordo", comentó extrañado.

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