Reconstruyen otra vez bordos en Tabasco

12 octubre 2012

Según un informe de la Conagua, al que REFORMA tuvo acceso, se trata de una nueva inversión de 446 millones 801 mil pesos para restaurar ocho tramos de zonas vulnerables de inundación, ubicados en las inmediaciones de Ciudad Industrial y de las Colonias Indeco, Asunción Castellanos, Miguel Hidalgo, La Selva y Pino Suárez.

A diferencia de otros años, la Conagua implementó ahora la tecnología de tablaestacado, debido a que, de los más de 70 kilómetros de bordos y muros que protegen a Villahermosa, hay tramos que han registrado nuevamente deslizamientos o desplomes, luego del descenso de los ríos, o por deficiencias en su estructura.

Anteriormente, estas estructuras eran de tierra, arcilla y enrocamiento, pero ahora se trata de una barrera metálica de acero, de unos 12 metros, de los cuales 10 van enterrados.

“Con este tipo de construcción no tendremos más el problema de deslizamiento y, al mismo tiempo, de las inundaciones en estas zonas, debido a que toda la tierra queda contenida por la barrera metálica, que estará con más de 10 metros enterrada, por lo que no habrá ni filtraciones”, sostuvo uno de los funcionarios involucrados en el proyecto, que pidió el anonimato.

Los bordos fueron levantados en el 2008, con recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales, a través del Programa Hídrico Integral de Tabasco, el plan creado para evitar otra inundación severa como la del 2007.

En esa época, la Conagua destinó 230 millones de pesos del Fonden, pero la estrategia fue el revestimiento con arcilla.

El 29 de enero del 2010, el director general de la Conagua, José Luis Luege, informó que detectaron anomalías en algunas de las obras, por lo que tuvieron que volverlas a hacer.

“Fueron varias obras las que fueron vueltas a realizar, porque hubo deslizamientos y problemas en algunos bordos”.

Hasta ahora, el problema de los colapsos continúa en varios tramos del Carrizal.

Este año, la Conagua optó por reconstruir no sólo el bordo, sino también el barrote del río, que es como denominó a las obras.

De los ocho tramos bajo reconstrucción desde enero pasado, dos ya habrían sido concluidos a principios de septiembre: uno de mil 754 metros, a la altura de la Colonia Indeco, y otro de 580 metros en Ciudad Industrial, según sostuvo la Conagua.

Sin embargo, en el primero, que requirió de 90 millones de pesos, todavía está una cuadrilla colocando las estructuras en un último tramo de 40 metros. Este sitio fue reportado como colapsado desde la inundación del 2007, en un tramo 300 metros.

En el segundo, de 95 millones de pesos para 580 metros, a la empresa contratista le resta nivelar con medio metro más de altura, un tramo de 200.

Las otras seis obras fueron iniciadas por los contratistas el 20 de junio pasado con una fecha de terminación para el próximo día 17, pero también están demorados.

El tramo más rezagado es de mil 650 metros en la Asunción Castellanos, donde apenas hay un avance de 25 metros, debido a que la protección anterior fue hecha a base de enrocamiento.

“Está muy difícil avanzar, porque todo el terreno está lleno de rocas, y sólo podemos colocar dos o tres tablas de acero por día”, comentó uno de los obreros.

Las demás, son 338 metros en la Colonia Miguel Hidalgo; 753 en las márgenes izquierda y derecha que limitan con La Selva y José María Pino Suárez; 722 con las localidades de Casa Blanca y Acachapan y Colmena, y 133 a orillas del puente Carrizal II, y 513 en las inmediaciones del Centro Administrativo de Pemex.

Para vecinos de la Colonia Indeco, que viven a la orilla del río Carrizal, el levantamiento de una tercera barrera de protección, ahora de tablaestacado de acero, los hace sentirse seguros.

Sin embargo, ahora su queja es por los daños que les han dejado las obras a sus casas.

“Con esta obra fueron semanas las que estuvo temblando aquí afuera, cuando el personal de la compañía contratada por Conagua metía con maquinaria pesada las tablas metálicas, a 10 metros de profundidad.

 

“Sólo vinieron a dejarnos peor, con las cuatro grietas que ahora tengo en las paredes aquí de mi casa, y otras más afuera. A como resultó dañada mi casa, están las de otras 20 familias, pero no sabemos a quién reclamar”, dijo José Guadalupe Ramos, quien se dedica a la albañilería.
‘Nos dejaron peor’

 

Este hombre tiene su vivienda a menos de 10 metros de donde se colocó la maquinaria para meter las tablas metálicas, y en esa misma franja hay otros con las paredes de sus patios agrietadas.

A su juicio, con la obra de tablaestacado resultó dañada la estructura del drenaje y el concreto de las calles aledañas a la barrera metálica, debido a que cuando llueve el agua surge de inmediato por las coladeras y el piso, cuando antes se filtraba también hacia el río.

Héctor Pérez, vocero de la Gerencia Local de la Conagua, consideró que la cifra de viviendas afectadas con las vibraciones generadas en la perforación e introducción de las tablas metálicas, no rebasa la decena.

“Antes de iniciar los trabajos se realizó un levantamiento de campo de la situación física de todas las casas, por lo que sólo serán indemnizados los daños que sean comprobados de que fueron durante el tiempo de los trabajos”, explicó.

Aseguró que la Conagua también restaurará las calles que resultaron agrietadas con las vibraciones de la maquinaria.


Fuente: Reforma / Carlos Marí

12 de octubre de 2012

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