Los cuatro tanques que en la segunda sección del Bosque de Chapultepec almacenan 200 millones de litros de agua abastecidos por el Sistema Lerma a la Ciudad de México serán rehabilitados, informó el Fideicomiso Probosque.

“Después de rescatar la Fuente de Tláloc y los murales del Cárcamo de Dolores, obras de Diego Rivera, no se puede hablar de recuperación completa sin rehabilitar las fuentes que en forma de serpientes en el perímetro circular de cada tanque permanecen en desuso”, expuso el director del Fideicomiso, Antonio del Valle Perochena.

Al presentar en el Cárcamo de Dolores el libro Hydros Cotidiano, del grupo empresarial , el banquero comentó que la restauración de los tanques y las fuentes, extendidos sobre cuatro hectáreas situadas entre los museos de Historia Natural y el Papalote, iniciarán este año y requerirán 23 millones de pesos, la mitad de los cuales provendrán de donativos privados y el resto de recursos públicos.

El director de Conagua, José Luis Luege, explicó que el cárcamo terminó de construirse en 1952 para recibir los caudales de 200 pozos en el Estado de México, integrados en el sistema Lerma y, por petición del presidente Miguel Alemán, Rivera creó la Fuente a Tláloc y pintó los murales “El agua, origen de la vida”, abiertos al público.

El director del Museo de Historia Natural, Eduardo Vázquez, indicó que en torno a los tanques, cada mañana corren atletas, en un circuito de 1.5 kilómetros rodeados de árboles.

“Son de las fuentes más grandes de Chapultepec y su rehabilitación será un trabajo de ingeniería hidráulica, complementado con la apertura de jardines en el perímetro de los tanques”, comentó Vázquez.

El caudal de Lerma, explicó, llega en tubería a la segunda sección, originalmente se concentraba en el cárcamo, pero el contacto con el agua dañó los murales, por lo que Rivera pidió se desviara directamente hacia los tanques que todavía abastecen a la Ciudad, de los cuales manaban las fuentes en desuso desde los sesenta.